Vivimos en una época de confianza decreciente y creciente cinismo. Esto, en un momento en que "The Attention Economy" está tratando de "ganar" un frenesí monetizante para captar nuestra atención, desde titulares de cebo a noticias falsas, adictivos "me gusta" a nichos de contenido específico, además de tecnología imprescindible, pago a medida que avanzas en los juegos o espectáculos, y más: la carrera para controlar dónde pasamos nuestro tiempo ha alcanzado nuevas alturas.
Superponga eso con las percepciones cada vez más basadas en la ansiedad, consumiendo de todo, desde políticas divisivas hasta pronósticos apocalípticos, todo ello exacerbado a través de las redes sociales y un ciclo de noticias 24/7. No es de extrañar que la construcción de la confianza esté surgiendo como un concepto desactualizado por algunos líderes, ya que la vieja escuela no tiene jeans en el trabajo.
Para aquellos de ustedes que piensan que la confianza ya no es un componente necesario para hacer las cosas en el lugar donde trabajan, este es un buen momento para dejar de leer. Pero antes de hacerlo, considere el modelo disfuncional de desconfianza que ahora impregna el Congreso.
Para aquellos que entienden que la confianza es aún más importante en estos tiempos difíciles, sigan leyendo y consideren el creciente desafío al que se enfrentan. Una parte de ese desafío es que el mundo exterior no se queda afuera. El mundo "allá afuera" se filtra en los lugares de trabajo: su política, sus miedos, sus preocupaciones cotidianas. El estado de ánimo del país ha cambiado.
El Informe Mundial de Felicidad 2017 de las Naciones Unidas descubrió que EE. UU. Cayó del 3er lugar en el mundo al 14º en su medida de felicidad. Es difícil ser feliz sin confianza, sentir una sensación de bienestar, satisfacción con la vida, una conexión auténtica o un futuro sostenible. Incluso nuestra neurofisiología se ve afectada en tiempos de confianza reducida. Todos estos impactan el trabajo.
Si bien la mayoría de las personas se pone cara de juego, operando con hipocresía cordial y emocional en el trabajo, simulando que hay confianza y afecto cuando no hay mucho, hacerlo repercute negativamente en los resultados, el compromiso y el bienestar. Sin embargo, los líderes altamente efectivos entienden eso. Saben que operar con confianza es aún más importante en el mundo de hoy; entienden compromiso, innovación y grandes resultados que no sucederán sin confianza.
Si bien la creciente desconfianza crea desafíos reales para los líderes del lugar de trabajo, este es exactamente el momento equivocado para operar sin confianza. Aquí hay 12 consejos para hacer y no hacer en tiempos difíciles:
Qué no hacer
Dos
Ser un creador de confianza en una era de desconfianza puede ser solitario. La presión de los compañeros para mantener una mentalidad de nosotros contra ellos, junto con el personal cínico y no comprometido puede hacer que uno se pregunte "¿Por qué estoy intentándolo?" Contrarrestar estos tirones para rendirse es uno de los mayores obstáculos que enfrenta. La pregunta no es: ¿qué puedes hacer realmente nadando contra una marea cultural? Más bien: ¿Qué estás dispuesto a hacer? ¿Estás dispuesto a conducir hacia la confianza?
Más consejos sobre cómo crear y operar con confianza en el trabajo:
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