5 lecciones de liderazgo de deportes profesionales

¿Cuáles son las lecciones que ayudan a los atletas a aprender a dirigir?

¿Existe una conexión entre practicar deportes, especialmente a un alto nivel (colegiado o profesional) y el desarrollo del liderazgo? Esta es una pregunta que se ha preguntado durante décadas. Aunque hay poco trabajo empírico sobre el tema, hemos preguntado a los líderes sobre el papel que desempeñaron los deportes en su propio desarrollo y sus opiniones sobre las lecciones de liderazgo aprendidas de los deportes.

Esto es lo que nos dijeron:

1. Siempre hay un marcador. Un ejecutivo de alto nivel mencionó que en los deportes, y en los negocios (así como en la política), el desempeño de un individuo siempre se está evaluando. Mientras que los atletas tienen estadísticas individuales, los empleados y los líderes se someten a evaluaciones de desempeño regulares. Al igual que los atletas, la mayoría de nosotros trabajamos en equipos, por lo que el rendimiento individual debe considerarse en el contexto de la contribución al equipo y a la organización.

2. Comience con el objetivo final en mente. Para lograr grandes cosas, es importante tener un objetivo desafiante. Los atletas comenzarán la temporada imaginando un resultado ambicioso: ganar una división o un campeonato. Para un líder empresarial o político, es igualmente importante tener sus ojos en una meta o resultado aspiracional, y luego determinar la estrategia para alcanzar la meta. Como dicen, “mantén tus ojos en el premio”.

3. Si no estás contribuyendo, el equipo no está ganando. Uno de nuestros ejecutivos entrevistados había jugado fútbol universitario y mencionó que era sumamente importante que cada miembro del equipo desempeñara su papel. “Si el liniero no bloquea, el equipo no anota”.

4. No tienes éxito si no mejoras a tus compañeros de equipo. Este es un aspecto a menudo pasado por alto del buen liderazgo, dentro y fuera del campo. Los buenos líderes desarrollan a sus seguidores: brindan retroalimentación, refuerzan los esfuerzos positivos y brindan entrenamiento informal. Un atleta exitoso alienta a sus compañeros de equipo y los desafía a mejorar. Un líder exitoso desarrolla la capacidad de liderazgo de los seguidores para que puedan compartir el liderazgo y eventualmente ascender al rol de liderazgo.

5. La buena deportividad es esencial. Los grandes atletas juegan limpio. Ellos no hacen trampa y son responsables de sus errores. De la misma manera, un líder ético es justo y equitativo, da crédito al crédito y se responsabiliza cuando el equipo no alcanza su objetivo. Un gran líder, como un gran atleta, no se sale de control en el calor de la competencia y no se regodea cuando es victorioso.

Entonces, ¿la participación deportiva construye capacidad de liderazgo? Creemos que sí, y nuestra investigación longitudinal aquí en el Instituto de Liderazgo Kravis está investigando esa misma pregunta empíricamente. Sin embargo, no cabe duda de que no solo participar en los deportes es lo que construye el liderazgo, sino participar de la manera correcta.

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