6 pasos para enseñarle a su hijo el optimismo

Uno de los mejores regalos que puede hacerle a su hijo es una sensación de esperanza sobre la vida. Si a su hijo no le está yendo bien en la escuela, él necesita saber que puede tener éxito si lo intenta. Cuando tiene una pelea con su mejor amigo, se beneficia de la seguridad de que no ha perdido a su amigo para siempre. Los padres deben enseñar a sus hijos que la vida es fluida y que con el tiempo las cosas cambian para mejor. A medida que ayuda a su hijo a resolver los problemas paso a paso, puede comunicarse a través de sus palabras y acciones, que tiene el poder de cambiar las situaciones. Aquí hay seis pasos para ayudar a su hijo a construir un enfoque optimista de la vida.

Trata de manejar las situaciones con calma. Si su hijo llega a casa con una calificación baja en una prueba de matemáticas, en lugar de enojarse y comunicar que todo está perdido, adopte un enfoque más positivo. Usted es el modelo de su hijo para enfrentar los desafíos. Si piensas con optimismo también lo hará ella.

Habla sobre los detalles de la situación. Necesitas averiguar exactamente qué salió mal y evitar sacar conclusiones precipitadas. De esta manera, ayudará a su hijo de manera más efectiva. Puede preguntar, por ejemplo, "¿Qué crees que sucedió que causó que no pasaras el examen?" Podría haber muchas explicaciones posibles. Puede haberse acostado demasiado tarde y estaba cansado, o el examen fue muy duro y pasaron solo unos pocos niños. Una vez que identifica el origen del problema, estará mejor equipado para ayudarlo a encontrar soluciones.

Habla de sus emociones Expresar sentimientos de vergüenza o tristeza, y recibir su apoyo, le dará la fortaleza para actuar. Por ejemplo, puede preguntar: "¿Cómo se sintió al perder su teléfono celular?"

Use frases que lo calmen. Cuando contrarrestas sus temores con declaraciones como, "Puedes hacerlo" o "Las cosas funcionarán", inculcas esperanza y le das poder. Su hijo internalizará sus frases y las usará para calmarse en momentos difíciles. La capacidad de ser su propio escuadrón de vítores le servirá bien en la vida.

Involucre a su hijo en la resolución de problemas. Si su hijo tiene problemas con un amigo, en lugar de intervenir y decirle qué hacer, pregúntele si tiene alguna idea. Su hijo está más cerca de la situación y puede encontrar soluciones que nunca podría haber imaginado. Su participación activa en la resolución de problemas agudizará sus habilidades de afrontamiento.

Comunique confianza a su hijo. Si se mantiene tranquilo y busca soluciones con su hijo, al mismo tiempo que comunica que su hijo es valioso y capaz, usted empodera a su hijo. Su confianza en él aumenta su autoestima, la clave del optimismo.