Afinando tu escucha

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Fuente: imagen de Flickr de Markus Goller

Todos queremos ser escuchados. Queremos ser vistos y entendidos. Pero, ¿cuán hábiles somos para escuchar a los demás?

Aquí hay seis maneras de agudizar sus habilidades de escucha.

Estar

Escuchar solo puede suceder si estamos en el momento presente. Cuando alguien expresa un sentimiento o pensamiento, trate de mantenerse presente en su cuerpo y corazón. Esto hace que sea más fácil registrar sus sentimientos y captar sus significados. Empatía significa notar cómo otra persona está experimentando algo.

Observe si está distraído por uno de los siguientes:

¿Estás en tu cabeza preparando una respuesta?
¿Estás ansioso por demostrar que están equivocados o que no estás de acuerdo?
¿Estás emocionalmente activado por lo que dicen, lo que hace que sea más difícil escucharlo abiertamente?

Estas distracciones son una parte natural del ser humano. Pero podemos practicar ser más conscientes sobre cuándo se secuestra nuestra atención. Esta conciencia gentil puede llevarnos a estar presentes para las preocupaciones y preocupaciones de una persona.

Cuidado

En medio de las presiones y demandas de la vida moderna, nuestro cuidado de amigos y seres queridos puede pasar desapercibido. Las relaciones prosperan cuando realmente nos importan los sentimientos del otro. Escuchar con un corazón bondadoso es quizás el regalo más preciado que podemos ofrecerle a otra persona.

Cuidar a los demás depende de cuidarnos a nosotros mismos emocionalmente. Observar y comunicar nuestros sentimientos importantes nos permite despejar el aire, lo que mantiene vivo nuestro cuidado.

Escuchar es más fácil cuando escuchamos los sentimientos de los demás antes de que una acumulación emocional interrumpa la confianza y la conexión. Sentirse cariñoso se erosiona cuando el resentimiento acumulado y el dolor han creado una pared de distancia.

Respirar

Es fácil olvidarse de respirar profunda y libremente cuando nos sentimos agitados o estresados. La respiración a menudo calma nuestro sistema nervioso para que estemos más presentes y podamos escuchar mejor. Deje que su respiración sea fácil y relajada cuando escuche.

Hay buenas razones para recordarnos a nosotros mismos para practicar la respiración consciente, incluso cuando no estamos agitados. La respiración consciente nos saca de la cabeza y en nuestro cuerpo, que es donde tenemos que residir cuando escuchamos. Cuando nos distraen los pensamientos sobre el pasado o el futuro, ya no estamos presentes, ya no podemos escuchar profunda y empáticamente.

Calmarse

Cuando estamos tranquilos y en silencio, tenemos más espacio para escucharnos, tenemos una mayor capacidad de cuidado. La respiración es una forma de calmarnos. Otra forma es prestar atención a lo que sentimos al escuchar.

¿Nos sentimos tristes al escuchar sobre el dolor o la lucha de otro? ¿Podemos hacer espacio para esa tristeza y estar con ella de una manera suave? ¿Nos estamos poniendo a la defensiva? ¿Nos estamos presionando para ofrecer consejos o solucionar el problema de alguien? Estamos en una mejor posición para escuchar mientras encontramos formas de relajarnos y calmarnos mientras atendemos al mundo interior de otra persona.

Calmarnos a nosotros mismos puede incluir recordarnos a nosotros mismos el poder de escuchar. Nuestro trabajo no es solucionar su problema, sino extender nuestro cuidado sincero. Cuando las personas se sienten escuchadas, se sienten menos solos y más relajados, lo que les ayuda a aprovechar los recursos internos para encontrar el camino a seguir.

Transmite tu entendimiento

Hazle saber a la gente que los estás escuchando y entendiéndolos. Puedes hacerlo de forma no verbal a través de tus amables ojos, asintiendo con la cabeza o emitiendo algunos sonidos amables y afirmativos. O bien, puedes decirles verbalmente que entiendes y que aprecias que te confíen sus sentimientos vulnerables.

Más que nuestras palabras, las personas registran nuestra presencia. La gente a menudo puede sentir cuando escuchamos con un corazón auténtico, afectuoso y sin vergüenza.

Escucharte a ti mismo

Escúchate a ti mismo mientras escuchas a los demás. Tenga en cuenta lo que surge dentro mientras los atiende. Ser amable y amable con usted mismo profundiza su capacidad de ofrecer el precioso don de escuchar a los demás. Observar y mantener tus propios sentimientos de una manera amable y atenta proporciona una base para la conexión y la intimidad.

© John Amodeo

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John Amodeo
Fuente: John Amodeo

John Amodeo, Ph.D., MFT es autor del galardonado libro, Dancing with Fire: Una forma consciente de amar las relaciones. Sus otros libros incluyen The Authentic Heart y ha sido terapeuta matrimonial y familiar con licencia por más de 35 años en el área de la Bahía de San Francisco y ha dictado conferencias y realizado talleres internacionalmente.

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