Apuestas "compulsivas": ¿trastorno mental o elección irresponsable?

Apuestas "compulsivas": ¿trastorno mental o elecciones irresponsables?

Un hombre sale de su oficina y le dice a su supervisor que debe atender un asunto familiar. En realidad, él pasa la tarde en la pista de carreras. Esta no es la primera vez. En cada oportunidad, juega juegos de azar: compra de boletos de lotería, apostando a los resultados de eventos deportivos, apostando a las cartas y disfrutando de los esquemas de apuestas en Internet. Gradualmente, el juego se convierte en el foco principal de sus horas de vigilia. Cada vez más, miente sobre sus actividades y sobre la desaparición de sumas de dinero.

Su comportamiento puede parecer indicativo de un trastorno obsesivo-compulsivo que está fuera de control y que puede poner en peligro a su familia, su empleo y arruinar su futuro.

Si este comportamiento realmente constituye una enfermedad mental merece un escrutinio minucioso. Muchas personas juegan de vez en cuando como una forma de entretenimiento. Inyecta un poco de emoción en sus vidas. Ellos saben que las probabilidades están en contra de ellos y están dispuestos a correr un pequeño riesgo. Su juego no va más allá. No tienen ningún deseo o necesidad de engañar a otros, y no se hace daño. Contraste esto con la persona que busca una mayor y mayor excitación, esperando perpetuamente un gran rendimiento por muy poco o ningún esfuerzo.

Los procesos de pensamiento criminal operan en el individuo que toma tales decisiones. Éstas incluyen:

  • Expectativas irrealistas
  • Buscando grandes recompensas por un mínimo esfuerzo
  • Superoptimismo al contar con un gran puntaje final
  • Cerrando de la conciencia el conocimiento de las consecuencias
  • Mentir (por omisión y comisión) a otros que podrían hacerlos responsables
  • Traición a la confianza (p. Ej., Miembros de la familia, compañeros de trabajo).

Cuando se lo hace responsable, el llamado jugador "compulsivo" puede afirmar que se ha vuelto "adicto". Esto significa que se ha sumergido a sí mismo tan profundamente que dejar de fumar es difícil de hacer. Sin embargo, así como las personas luchan por renunciar a muchos malos hábitos una vez que estos hábitos les han costado caro, el jugador "adicto" puede hacer lo mismo. Algunos requieren ayuda, mientras que otros lo hacen por su propio esfuerzo persistente.

Cada vez que se hace una apuesta, implica el ejercicio de elección. Puede llevar una calamidad motivarlo, pero el jugador frecuente puede tomar una serie de decisiones para abstenerse y vivir una vida responsable.