Atletas y trastornos alimenticios

Cuando pensamos en atletas, generalmente imaginamos individuos que se esfuerzan por mantener un cuerpo saludable. Sin embargo, hay atletas que llevan el control de peso y la apariencia física a extremos y desarrollan trastornos de la alimentación como resultado. Es importante que nosotros, como padres, entrenadores, maestros y compañeros de equipo, podamos reconocer el problema y brindar apoyo al atleta mientras trabajan para superar su trastorno alimentario.

Una variedad de factores pone a un atleta en riesgo de desarrollar un trastorno alimentario, que incluye: presión externa para mantener las habilidades atléticas, mantener un peso saludable para un rendimiento óptimo y el tipo de deporte (individual frente a equipo, y si se enfoca o no en apariencia física). La Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación (NEDA) enumera algunos factores de riesgo aquí.

Los entrenadores y los padres deben estar conscientes de los síntomas de los desórdenes alimenticios, como tener un miedo intenso a aumentar de peso, negarse a mantener un peso mínimamente saludable, creer que simplemente pesando menos resultados en un mejor rendimiento atlético y un mayor ejercicio u obsesión por el ejercicio. Se pueden encontrar más síntomas en el sitio web de NEDA. Cada vez que un atleta muestre estos signos, es importante tomar medidas inmediatas antes de que se produzca un daño físico grave.

Cuando asiste a un atleta con un trastorno alimentario, primero debe abordar los sentimientos del atleta. Estas emociones pueden ir desde sentirse solo, aislado y deprimido hasta sentirse presionado para sobresalir en el rendimiento deportivo y establecer expectativas poco realistas para sí mismo. Los atletas deben tener un entorno seguro en el que se sientan cómodos al hablar de las presiones relacionadas con el peso y el rendimiento, su autoimagen y su autoestima o percepción de su capacidad para desempeñarse bien.

Ser proactivo en la prevención de trastornos es esencial, ya que puede ayudar a reducir su aparición. Recuerde que hablar sobre los trastornos alimentarios no necesariamente significa que un atleta desarrollará uno. Tómese el tiempo para educar a su atleta sobre los riesgos de un trastorno alimentario y enfatizar la importancia de mantener un cuerpo saludable para la competencia atlética. Con estos pasos, es de esperar que los atletas con los que trabaja desarrollen una visión bien fundamentada de lo que significa ser un atleta saludable.