Auténtica autoestima y bienestar, Parte VII: Género / Cultura

¿El género y la cultura realmente tienen un impacto en la autoestima?

La relación entre género, cultura y autoestima

Este blog continúa centrándose en cómo definir la autoestima como una relación entre dos factores hace un mejor trabajo de contabilidad de lo que sabemos sobre la autoestima que otros enfoques. La comprensión de la autoestima como una interacción entre la competencia (enfrentar desafíos con éxito) y la dignidad (ser una persona buena y madura) demostró ser útil cuando se discuten diversos temas de autoestima en este blog y en otros lugares (Mruk, 2019, 2013). Esta entrada examina cómo el enfoque de dos factores ayuda a tratar algunos de los problemas asociados con la autoestima, el género y la cultura.

Autoestima y género

Algunas investigaciones sobre la autoestima y el género se centran en las diferencias. Por ejemplo, muestra que, en general, los hombres tienen mayor autoestima que las mujeres. Esta diferencia es especialmente pronunciada cuando la autoestima se define en términos de competencia, quizás debido a las oportunidades culturalmente sesgadas de éxito que favorecen a los hombres. Otro trabajo indica que a medida que se abren las oportunidades para las mujeres, cambia su imagen de autoestima. A medida que las mujeres tienen más éxito, su autoestima tiende a aumentar, a excepción de las de dos grupos. Una de ellas son las adolescentes que, como grupo, parecen experimentar con frecuencia una caída temporal de la autoestima durante ese período. La otra son las mujeres jóvenes que adoptan formas de identidad de género muy tradicionales, si no estereotipadas (Harter, 1999).

Sin embargo, las investigaciones basadas en la definición de la autoestima en términos de competencia y dignidad muestran que si ambos factores se incluyen en la forma en que se mide la autoestima, los puntajes generales para hombres y mujeres se vuelven más similares (O’Brien, Leitzel y Mensky , 1996). Parece que, con algunas excepciones, los hombres y las mujeres a menudo enfatizan uno de los dos factores más que el otro en relación con su autoestima, pero las puntuaciones generales para ambos factores combinados son similares. En otras palabras, mientras que muchos hombres pueden enfatizar la competencia o el éxito más que los sentimientos de valor por su autoestima, muchas mujeres invierten esta “fórmula” básica de autoestima. La idea de que dos factores pueden producir “cantidades” de autoestima similares. De diferentes maneras nos permite integrar ambos tipos de hallazgos sobre género y autoestima. En qué medida cada género “carga” un factor sobre el otro crea la posibilidad de diferencias mensurables, aunque la autoestima auténtica aún requiere un grado positivo de ambos factores.

Autoestima y cultura

Los investigadores han notado durante mucho tiempo varios problemas importantes relacionados con la autoestima y la cultura. Una es que cuando se define como dignidad o sentirse bien consigo mismo como persona, la autoestima en América del Norte ha aumentado durante algún tiempo (Twenge y Crocker, 2002). Curiosamente, también lo ha hecho la incidencia de problemas de salud mental, lo que sugiere que existe un problema con la definición de la autoestima en términos de sentirse bien con uno mismo.

Otro problema cultural involucra las diferencias de autoestima entre los grupos. Por ejemplo, Twenge y Crocker también encontraron que en Estados Unidos hay diferencias notables en los niveles de autoestima para los negros, los blancos, los asiáticos y los hispanos. Otros encontraron diferencias significativas entre los grupos al comparar la autoestima en diferentes culturas. En consecuencia, existe un acuerdo general de que los factores socioeconómicos y culturales pueden afectar la autoestima dentro y entre las culturas.

Sin embargo, la cuestión de por qué ocurren tales diferencias es muy debatida. Algunos sostienen que la autoestima en sí misma se basa en gran medida en la cultura. Este grupo argumenta que las culturas que enfatizan el éxito individual o personal dan más importancia a la autoestima que las culturas que favorecen la conformidad del grupo, las relaciones armoniosas, los valores comunitarios, etc. Si es así, esta visión limita la importancia de la autoestima a un solo tipo de cultura, a saber, la occidental.

Otro grupo considera la autoestima como un fenómeno más universal que la mayoría de las personas trata a través de las culturas, aunque de diferentes maneras. El enfoque de dos factores de la autoestima considera que estas diferencias reflejan una “compensación cultural” entre competencia y dignidad (Tafarodi y Swannn, Jr., 1995). En este caso, un determinado grupo o cultura puede enfatizar uno de los dos factores más que el otro, lo que permitiría las diferencias de grupo y podría dar cuenta de ellas.

En otras palabras, las personas de culturas que enfatizan la importancia del individuo o que valoran los logros personales, como los de Occidente, enfatizan el factor de competencia más que el factor de valor para la autoestima. Este factor es fuerte porque la competencia es necesaria para el éxito. Aquellos que viven en culturas que favorecen el grupo o los valores comunitarios, como los de Oriente, enfatizan más el componente de dignidad. Este factor facilita la armonía interpersonal. La idea es que las culturas pueden “intercambiar”, pero no eliminar, un factor por el otro.

El punto

El punto es doble: uno es que el género o la cultura pueden valorar un componente de la autoestima más que el otro lo suficiente como para crear diferencias medibles. La otra es que la autoestima auténtica todavía requiere un grado significativo de competencia y dignidad, de modo que un factor es lo suficientemente fuerte como para equilibrar el otro. Para cuando se trata de la autoestima, demasiado de una cosa buena no es algo bueno en absoluto.

Referencias

Mruk, CJ (2019). Sentirse bien haciéndolo bien: una guía para el bienestar auténtico. Nueva York: Oxford University Press.

Mruk, CJ (2013). Autoestima y psicología positiva: investigación, teoría y práctica (4e). Nueva York: Springer Publishing Company.

O’Brien, EJ, Leitzel, J., y Mensky, L. (1996). Las diferencias de género en la autoestima de los adolescentes: un meta-análisis. Sesión de pósters presentada en la reunión anual de la Asociación Americana de Psicología, Toronto, Canadá.

Tafarodi, RW, & Swann, WB, Jr. (1995). La autoestima y la competencia como dimensiones de la autoestima global: validación inicial de una medida. Diario de evaluación de la personalidad, 65 (2), 322-342.

Twenge, JM, y Crocker, J. (2002). Raza y autoestima: metanálisis comparando blancos, negros, hispanos, asiáticos e indios americanos. Boletín psicológico, 128 (3), 371-108.