Claves para la resiliencia

Los militares usan el término resiliencia para describir todo, desde los programas de acondicionamiento físico y emocional hasta el estado psicológico vago pero beneficioso en el que uno debe estar antes, durante y después del despliegue. Ampliamente definida, la resiliencia es la capacidad de recuperarse rápidamente de las dificultades y volver a la forma original.

Más importante que la definición son las cosas que hacen que una persona sea resistente. De hecho, los principios de sentido común con aplicaciones prácticas son más útiles que los conceptos teóricos.

En su nuevo libro, "Roadmap to Resilience", Donald Meichenbaum, psicólogo y cofundador de la terapia cognitivo-conductual, enumera las características de las personas resilientes y no resilientes. Algunos de los más críticos:

Personas resilientes

■ Positivo vs. negativo. Las personas resilientes tienden a fomentar las emociones positivas más que las negativas. Ven la vida de manera optimista y tienen esperanzas sobre el futuro. Ellos aprecian el humor y pueden reírse de ellos mismos. Eligen el agradecimiento por el cinismo.

■ orientado a tareas. En lugar de esperar pasivamente para ver qué sucede, las personas resilientes identifican los problemas que pueden modificarse y luego los cambian. Y cuando algo no se puede cambiar, aprenden a aceptarlo.

■ Pensamiento flexible. La rigidez cognitiva es el enemigo de la resiliencia. La capacidad de pensar sobre sus pies y generar soluciones alternativas, pensamientos e ideas es clave para mantener la fortaleza psicológica. Las opciones limitadas conducen a soluciones limitadas.

■ Aptitud y salud. Un aspecto importante de la resiliencia es mantener una salud física adecuada y evitar los riesgos. Esto incluye ejercicio regular, nutrición adecuada, limitación o eliminación del uso de alcohol, tabaco y cafeína, y evitar el comportamiento descuidado e imprudente.

Personas no resilientes

■ derrotismo egocéntrico. Las personas no resilientes adoptan una actitud derrotista, viéndose a sí mismas como víctimas y transeúntes con poco control sobre lo que les sucede. Entretienen pensamientos como "Estoy roto", "Soy débil" o "La vida es demasiado dura".

■ Desconexión emocional. Es fácil retirar emocionalmente. Lo que es más difícil es confrontar intencionalmente los pensamientos y sentimientos que nos hacen sentir incómodos. La negación, el aislamiento y la evasión son características de la falta de resiliencia.

■ Evite los puntos de vista que compiten. Tendemos a atraer a las personas que están de acuerdo con nosotros, y cuando encontramos a esas personas, nos apegamos. Si bien puede ser útil alinearse con personas que comparten nuestros puntos de vista y respaldan nuestras posiciones, corremos el riesgo de que se refuercen algunos de nuestros pensamientos y conductas desadaptativas. Encontrar personas que no teman desafiarlo de vez en cuando puede ayudar a su resiliencia.

Esta columna apareció originalmente en la columna "Kevlar for the Mind" del Dr. Moore's Military Times.