Cómo el trauma nos impacta

Los sucesos traumáticos de la vida, como ser heridos en accidentes, a menudo sirven para definir quiénes somos como seres humanos. El mismo evento traumático puede dejar la vida de una persona diezmada, mientras que otras pueden ser impulsadas a mayores logros y satisfacción con la vida de lo que hubiera sido posible sin el evento traumático. ¿Cómo explicamos estos sorprendentes contrastes?

Después de varias décadas de trabajo clínico como psicólogo especializado en el tratamiento de traumas, he llegado a creer que el factor clave para predecir tales resultados es el elemento del propósito de la vida. Este factor vital fue descubierto por Viktor Frankl durante su dura prueba que sobrevivió a cuatro diferentes campos de concentración nazis y se convirtió en la piedra angular de su forma de psicoterapia, conocida como terapia con logo. ¿Posee la persona un poderoso sentido del trabajo o misión de su vida, que los alimenta con pasión y los llena de significado? Mark Twain dijo una vez: "Los dos días más importantes de tu vida son el día en que naces y el día en que descubres por qué".

YouTube está lleno de videos inspiradores que documentan las historias de personas que superaron grandes eventos traumáticos de la vida y continuaron para inspirar a otros. Además del elemento de encontrar el propósito de la vida, la resiliencia y la perseverancia son a menudo centrales en las historias de superación de grandes adversidades. A menudo miro estos videos de YouTube cuando me siento deprimido y necesito inspiración. Hace poco, un amigo me habló de una de esas personas, el comandante Brian Shul, cuyos discursos puedes encontrar en YouTube. Él tiene una historia increíble que inspirará a muchas personas que han sufrido lesiones graves.

Cuando Brian era un joven piloto de combate de la Fuerza Aérea, fue derribado y se estrelló en las junglas de Vietnam, cerca de la frontera con Camboya. Él cuenta cómo se dio cuenta de que probablemente iba a morir en cuestión de segundos cuando no pudo salir del avión con discapacidad. Se consoló al creer que pronto abriría sus ojos para encontrarse en el cielo. En cambio, cuando abrió los ojos se encontró envuelto en fuego y humo, y pensó que debía haberse ido al otro lugar. Brian tiene un desarmante sentido del humor que sin duda le ha servido bien.

Contra todo pronóstico, fue rescatado por las Fuerzas Especiales y transportado a un centro médico. Quemado gravemente, se le dio un pronóstico de supervivencia muy pobre. Después de un año en un hospital militar y someterse a al menos quince cirugías, recuperó su deseo de vivir y se comprometió a recuperar su salud y volar de nuevo en el ejército. A pesar de las objeciones de muchos oficiales superiores, pasó todas sus pruebas médicas y fue devuelto al servicio completo como piloto. Aún más sorprendente, solicitó volar en el programa SR-71 Blackbird, un avión de reconocimiento estratégico de alto secreto, el más rápido jamás construido en ese momento. El SR-71 voló a una altitud de 90,000 pies y podía exceder las velocidades de Mach 3, más de 2,000 millas por hora. La aceptación en el programa requirió que Brian calificara médicamente como astronauta que implicó dos días de pruebas médicas y físicas intensivas. Nadie más que Brian creía que podría hacerlo. Pasó y se convirtió en un piloto de SR-71 altamente exitoso, y voló muchas misiones peligrosas en todo el mundo durante la Guerra Fría.

Entonces, ¿cuál fue el secreto de Brian que lo ayudó a sobrevivir no solo a terribles heridas, sino a regresar a una vida que en muchos aspectos superó a otros oficiales altamente entrenados y en buena forma física que nunca fueron heridos?

Él habla sobre mantener su sueño y siempre mirando el mundo a través de los ojos de un niño de 12 años, lleno de esperanza, y sin creer nada más que un sí sería entregado desde el universo. Aunque visiblemente asustado, Brian parece ser uno de los hombres más satisfechos y felices que puedas encontrar. Si hubiera escuchado a todos los expertos médicos y oficiales superiores, podría haber vivido su vida sintiéndose como una víctima derrotada, dañada, discapacitada y sin valor.

Historias como la del mayor Shul nos recuerdan que a veces hay fuerzas en el trabajo mayores que los hechos médicos en el caso. Podía imaginarse a sí mismo volando de nuevo y teniendo un propósito lleno de vida. Como dijo Einstein de manera famosa, a veces la imaginación es más importante que el conocimiento. Nuestros sueños son los que fortalecen nuestra capacidad de recuperación y nos inspiran a nosotros y a los demás en este sorprendente y, a veces, aterrador viaje de la vida. Debemos luchar diariamente para mantener vivos nuestros sueños a fin de prosperar y alcanzar nuestro máximo potencial.