Cómo los microbios en nuestro intestino pueden afectar nuestras emociones

Por el personal de investigación de Brain & Behavior

Los estudios en animales están ayudando a revelar cómo los microbios que viven en nuestras entrañas pueden afectar nuestras emociones. Según una investigación publicada el 25 de agosto de 2017, en la revista Microbiome, docenas de moléculas reguladoras de genes llamadas microRNAs en el cerebro están bajo la influencia de los microbios. La eliminación de estas comunidades microbianas interrumpe los niveles de microARN en las regiones cerebrales implicadas en el procesamiento del miedo, que a su vez puede alterar el desarrollo de los circuitos neuronales o cambiar la función neuronal.

Trillones de microbios viven en nuestro cuerpo y en nuestra piel, y los científicos apenas están empezando a explorar cómo estos compañeros constantes -denominados colectivamente como nuestro microbioma- influyen en la salud humana. La creciente evidencia sugiere que los microbios tienen un impacto importante en el cerebro, y que la interrupción del microbioma en el intestino puede contribuir a la enfermedad psiquiátrica.

En el nuevo estudio, los investigadores del Instituto APC Microbiome liderado por el Investigador Joven de la Fundación 2013 Gerard Clarke, Ph.D., profesor del Departamento de Psiquiatría y Ciencias Neuroconductuales de la Universidad College Cork en Irlanda, exploraron el impacto del microbioma intestinal en dos partes del cerebro involucradas en la detección y respuesta a estímulos temerosos: la corteza prefrontal y la amígdala. Los microbios pueden estar involucrados en otras funciones cerebrales, que no fueron exploradas en este estudio.

Los investigadores han descubierto que cuando los ratones se crían en un ambiente estéril sin microbios, exhiben menos comportamientos de ansiedad que los animales que coexisten con las bacterias, virus y hongos habituales. Esto no sugiere que cualquier persona, mentalmente sana o afectada por un trastorno, pueda vivir sin "invitados" microbianos. Más bien, sugiere que los microbios y los genes que los regulan tienen un impacto en las operaciones del cerebro involucradas. en funciones cerebrales, en este caso, la respuesta a la percepción de estímulos temerosos en el entorno. El Dr. Clarke y sus colegas, el Profesor John F. Cryan y el Dr. Alan Hoban, detectaron cambios en la actividad de genes en la corteza prefrontal y la amígdala en ratones libres de microbios, que según ellos podrían subyacer a la expresión alterada de miedo y ansiedad del animal. comportamientos similares

Su último trabajo sugiere que los microRNAs, cuyos niveles están alterados tanto en la corteza prefrontal como en la amígdala cuando los microbiomas de los animales están ausentes o agotados, podrían estar involucrados en la regulación de estos cambios.

Los investigadores encontraron que podían restablecer los niveles normales de ciertos microARN mediante la introducción de microbios en los sistemas de los animales. Algunos microRNAs no se registraron, incluso después de que los animales estuvieron expuestos a un ambiente lleno de microbios, el ambiente en el que todos vivimos. Dicen que esto sugiere que puede haber una ventana de tiempo temprano en la vida cuando la presencia de microbios es crucial para el desarrollo cerebral.

Por el personal de investigación de Brain & Behavior