Cómo pensar en otros mejora nuestra creatividad

Imagina que estás encerrado en una torre. Mejor aún, imagine que alguien más está encerrado en una torre.

Además de tal vez saborear el momento de schadenfreude que viene con encerrar a alguien en una torre imaginaria, tal visualización también arroja algunas ideas sobre cómo funciona nuestra propia creatividad. Resulta que somos más creativos cuando resolvemos los problemas de los demás en lugar de los nuestros.

Los profesores Evan Polman y Kyle Emich preguntaron a 137 estudiantes de pregrado el siguiente enigma:

"Un prisionero intentaba escapar de una torre. Encontró una cuerda en su celda que era la mitad del tiempo suficiente para permitirle llegar al suelo con seguridad. Dividió la cuerda por la mitad, ató las dos partes y escapó. ¿Cómo pudo haber hecho esto?

Le pidieron a la mitad de los participantes que se imaginaran a sí mismos como el prisionero encerrado dentro de la torre y la otra mitad para imaginar a otra persona atrapada en la prisión imaginaria. En el primer grupo, aquellos encerrados en la torre, menos de la mitad (48%) de los participantes resolvieron el enigma. En el segundo grupo, casi dos tercios (66%) encontraron la solución. Polman y Emich tuvieron hallazgos similares en estudios relacionados. En una, pidieron a los participantes que dibujaran a un extraterrestre para usar en una historia corta que ellos o alguien más escribiría. En otro, les pidieron a los participantes que presentaran ideas de regalos para ellos, alguien cercano a ellos o alguien a quien apenas conocían. En los tres experimentos, Polman y Emich descubrieron que los participantes generan más ideas creativas o mejores soluciones cuando se concentran en alguien más que en ellos mismos.

Esto no es solo el poder creativo del altruismo. Los resultados refuerzan la teoría de que cuando pensamos en las situaciones en las que nos encontramos, tendemos a pensar más concretamente y podemos esforzarnos por generar nuevas ideas, mientras que cuando pensamos en las situaciones en las que están los demás, especialmente en situaciones distantes de nuestra propia realidad, tendemos a ampliar nuestra perspectiva y generar ideas que son un poco más abstractas, más como las ideas creativas que podríamos necesitar.

Lisa Bodell, directora ejecutiva de la consultora global futurethink, realiza un ejercicio de generación de ideas que aprovecha la eficacia de esta creatividad dirigida por otros, llamada "Kill the Company". Bodell le pide a los equipos con los que trabaja que imaginen a un competidor que se vea exactamente como su organización, con las mismas fortalezas, debilidades y las mismas condiciones de mercado. Luego, los equipos enumeran todas las formas en que podrían aprovechar las oportunidades que pondrían fuera de servicio a la otra empresa, así como a todas las amenazas ambientales que les obligarían a cerrar sus puertas. Bodell encuentra que alentar esta perspectiva produce ideas mucho mejores que los ejercicios estratégicos tradicionales.

Al igual que el rompecabezas de la torre, el ejercicio "Mata a la empresa" se beneficia al tomar una situación real y hacerla más abstracta, lo que podría liberar la mente para generar soluciones más abstractas. Ambos son poderosos recordatorios de que si queremos tomar decisiones mejores y más creativas, ayuda a ampliar nuestra perspectiva y superar nuestros propios problemas.

[En caso de que todavía estés atrapado en la torre aquí está la solución: el prisionero dividió la cuerda por la mitad a lo largo, ató las dos mitades y bajó.]