Ya sea un cónyuge que fue infiel, un padre que lo defraudó de niño o un amigo que compartió algo contado confidencialmente, todos debemos enfrentarnos a la pregunta de si debemos perdonar y cómo hacerlo.
Después de que se te hace daño y la ola inicial de emoción ha pasado, se te presenta un nuevo desafío: ¿Perdonas a la persona? Al perdonar, dejas ir tus agravios y juicios y te permites sanar. Si bien esto puede sonar bien en teoría, en la práctica el perdón a veces puede parecer imposible.
Para aprender a perdonar, primero debes aprender lo que no es el perdón. La mayoría de nosotros tenemos al menos algunos conceptos erróneos sobre el perdón. Aquí hay algunas cosas que perdonar a alguien no significa:
Al perdonar, estás aceptando la realidad de lo que sucedió y buscando la forma de vivir en un estado de resolución con ella. Esto puede ser un proceso gradual, y no necesariamente tiene que incluir a la persona a la que le está perdonando. El perdón no es algo que haces por la persona que te hizo daño; es algo que haces por ti .
Entonces, si el perdón es algo que haces por ti mismo y si puede ayudarte a sanar, ¿por qué es tan difícil?
Hay varias razones: estás lleno de pensamientos de retribución o venganza; te gusta sentirte superior; no sabes cómo resolver la situación; eres adicto a la adrenalina que proporciona la ira; te identificas a ti mismo como una "víctima"; o tiene miedo de perdonar, tiene que volver a conectarse, o perder su conexión, con la otra persona. Estas razones para no perdonar pueden resolverse familiarizándose con usted mismo, con sus pensamientos y sentimientos, y con sus límites y necesidades.
Ahora que sabes lo que no es el perdón y por qué es tan difícil de hacer, pregúntate a ti mismo: ¿Quiero perdonar?
El perdón requiere sentirse dispuesto a perdonar. Algunas veces no lo hará, porque el daño fue demasiado profundo, o porque la persona fue demasiado abusiva o no lamentó. No intente perdonar a alguien antes de haber identificado, sentido completamente, expresado y liberado su enojo y dolor.
Si decides que estás dispuesto a perdonar, encuentra un buen lugar y tiempo para estar a solas con tus pensamientos. Luego, intente seguir estos cuatro pasos para perdonar incluso cuando parezca imposible:
El perdón pone el sello final sobre lo que sucedió que te lastimó. Todavía recordarás lo que sucedió, pero ya no estarás obligado por él. Habiendo trabajado los sentimientos y aprendido lo que necesita hacer para fortalecer sus límites o satisfacer sus necesidades, estará en mejores condiciones para cuidarse en el futuro. Perdonar a la otra persona es una forma maravillosa de honrarte a ti mismo. Afirma al universo que mereces ser feliz.
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