Cómo los padres pueden capacitar a sus hijas

3 claves para el auto-empoderamiento que cada niña necesita.

¿Qué podemos hacer para ayudar a empoderar a nuestras hijas en el mundo de hoy? ¿Cómo podemos ayudarles a desarrollar la autoestima?

Me senté con Yoon Im Kane, un psicoterapeuta capacitado en Yale y fundador y director ejecutivo de Mindful Psychotherapy Services, un centro privado de terapia ambulatoria con oficinas en Manhattan. A Yoon le apasiona la terapia y el empoderamiento de las mujeres. Esto es lo que ella tuvo que decir:

Hemos entrenado a las chicas para ser amables y dulces. Premiamos a las niñas que muestran empatía y cooperación. Ahora, tenemos un problema en nuestras manos. Las mujeres jóvenes están confundidas y en conflicto sobre cómo estar allí para los demás y al mismo tiempo cuidarse a sí mismas. Esto es evidente en los pensamientos que surgen de las mujeres jóvenes en mi práctica:

A veces no hablo cuando no quiero hacer algo porque quiero que la gente me quiera.

No quiero ser difícil y causar problemas, por lo que actúo de manera responsable y cooperativa, incluso cuando no tengo ganas.

Me resiento cuando me vendo al ocuparme de las necesidades de otras personas en lugar de escuchar las mías.

Desde una edad temprana, las mujeres reciben mensajes sobre cómo ser amables, conformes, acomodar a los demás y obtener la aprobación, tanto de las familias como de las comunidades en las que crecen. Los mensajes son a menudo sutiles y no conscientes. Pueden sonar como: Sé amable con tu hermano. No interrumpir Deja de ser tan dramático. ¿Por qué estás siendo tan difícil? ¿No te importa cómo me siento?

Estos mensajes pueden obstaculizar el desarrollo natural de las mujeres de un sentido de autoestima y derecho. La autoestima saludable implica cultivar un nivel de autoaceptación que valide una gama completa de deseos y sentimientos. Un derecho saludable requiere compasión propia, aceptar sentimientos negativos sin autocrítica y cometer errores sin vergüenza. No desarrollar la autoestima y los derechos desde el principio puede conducir a problemas más grandes a medida que las niñas se convierten en mujeres.

La vida está llena de altibajos, y si bien no podemos evitar las caídas, ¿cómo podemos proporcionar los nutrientes adecuados para reforzar el sentido del yo de las niñas desde el principio de una manera que las aislará más adelante en la vida?

El empoderamiento se modela mejor en el ambiente. La mayor parte del aprendizaje proviene de lo que se demuestra momento a momento. Las oportunidades abundan en las interacciones diarias con su hija. Por ejemplo, a veces su hija no tiene ganas de ser amable con su hermano, parece enojada sin razón, o se niega a unirse a una reunión familiar. Puede decirle que se comporte y deje de ser difícil. Ya sea que ella se rehúse o cumpla, considera que también escucha un mensaje implacable de que la armonía y el mantenimiento de la paz son más importantes que lo que ella siente y quiere. Esto no significa que no pueda tener expectativas y establecer límites. Establecer límites saludables fomentará su sentido de autoestima. Cuando intentes entender la fuente de sus sentimientos y ayudarla a ponerlos en palabras, se sentirá capacitada para expresarse.

Por ejemplo, cuando está molesto por las interacciones de su adolescente con su hermano, dice algo como: “Pareces muy enfadado con tu hermano, lo entiendo totalmente”. Esta afirmación la ayuda a sentirse comprendida y aceptada. Es importante ayudarla a expresar sus sentimientos de manera constructiva y a negociar el conflicto. Validar sus sentimientos y ayudarla a comunicarlos de manera efectiva es empoderador.

Las mujeres jóvenes de hoy están creciendo en una cultura en la que las personas pueden sentirse incómodas con las mujeres que expresan sentimientos como la ira. Esto establece una dicotomía donde el costo de sentirse poderoso y expresivo es una pérdida de conexión y pertenencia. Los mensajes alentadores sobre el “poder femenino” y los derechos de las mujeres se yuxtaponen con nuestro debate público sobre cuestiones de género y poder en el que las voces de las mujeres no siempre son valoradas por igual.

¿Qué pueden hacer los poderes para ayudar a empoderar a sus hijas? Aquí hay tres sugerencias:

1. Fomentar el derecho saludable

Anime a su hija a expresar sus necesidades y bríndele oportunidades para que tome decisiones reales. Las niñas necesitan sentir que sus necesidades valen tanto como las demás, incluso si no consiguen lo que quieren. Ayúdalos a tolerar las decepciones. El derecho saludable crece al equilibrar el cuidado personal con el cuidado de los demás.

2. Enseñar ajuste de límites

Con demasiada frecuencia, a las niñas se les enseña a asumir la carga de los sentimientos de otras personas. Ayuda a tu hija a establecer límites saludables diciendo que no cuando se siente incómoda. Ella puede mantenerse conectada en sus relaciones sin cumplir con las demandas o convertirse en una cuidadora. Las relaciones tienen más que ver con dar y recibir y negociar más que requisitos.

3. Cultivar la autoestima

Cuando los adultos comparten sus sentimientos y confían en sus errores, son excelentes modelos para sus hijos. Están demostrando el coraje de ser vulnerables. Validar los sentimientos de tu hija tiene grandes recompensas. Los adolescentes atraviesan una fase confusa de la vida: para ellos es muy importante que reconozca su lucha.

Enseñar y modelar la compasión y aceptación de los sentimientos vulnerables es crucial. Apoyar la comunicación saludable e invitar a las niñas a tomar decisiones saludables que fomenten nuevas creencias ofrece oportunidades para probar nuevas formas de ser. Estas experiencias envalentonarán a su hija y le darán confianza para contrarrestar las normas culturales disfuncionales.

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