Cómo ser intrépido sin ser tonto

La intrepidez es una cualidad de liderazgo muy apreciada. La tontería no es

La intrepidez es una cualidad de liderazgo muy apreciada.

La tontería no es

Desafortunadamente, la práctica de la primera a menudo corre el riesgo de revelar lo último, causando ansiedad significativa en los líderes.

En un intento por aportar claridad a la pregunta ‘¿Cómo ser valiente sin ser tonto?’ Creé la matriz a continuación, que destaca los diferentes tipos de liderazgo que resultan de la combinación de estas dos variables.

Julian Humphreys

La Matriz del Líder de confianza.

Fuente: Julian Humphreys

  • Los líderes astutos y asustados desperdician sus talentos.
  • Los líderes temerosos y tontos tienen poco que ofrecer en el camino del liderazgo.
  • Los líderes que son tontos y valientes son positivamente peligrosos.
  • Los líderes que son inteligentes y audaces tienden a ser de confianza.

La clave para ser un líder de confianza es reconocer que estamos biológicamente determinados a ser temerosos y tontos.

Solo al reconocer y superar nuestros pensamientos y sentimientos reflexivos somos capaces de ser valientes sin ser tontos.

Miedo y biología evolutiva

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Fuente: Pixabay

Somos lo que somos hoy como resultado de milenios de adaptación evolutiva, con un cambio biológico que ocurre increíblemente lentamente.

Nuestros cuerpos están así optimizados para sobrevivir en circunstancias sustancialmente diferentes a las que vivimos hoy.

Para resaltar solo dos de las diferencias entre el contexto actual de un líder en comparación con el desarrollo de nuestra biología:

Julian Humphreys

Fuente: Julian Humphreys

Estas dos diferencias por sí solas explican por qué hoy nosotros:

  • sobreestimar el peligro de molestar a nuestra comunidad
  • ser físicamente más fuerte, en lugar de más inteligente, cuando se lo amenaza

Solo desarrollando inteligencia emocional, la conciencia y el cuestionamiento de las respuestas emocionales en relación con nuestros objetivos a más largo plazo, somos capaces de superar estas reacciones instintivas y responder adecuadamente a las amenazas en nuestro entorno tal como existen hoy.

Necedad y biología evolutiva

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Así como nuestras emociones están fuertemente informadas por la biología evolutiva, también lo son nuestros pensamientos.

La investigación reciente en ciencias cognitivas muestra que estamos sujetos a un sesgo de confirmación en un grado alarmante.

Nuestras creencias preexistentes, especialmente cuando están profundamente arraigadas y son emocionalmente resonantes, son difíciles de superar, sin importar cuán verdaderas o falsas sean, y sin importar cuán convincentes sean las pruebas contradictorias.

Es mucho más probable que seamos objetivos sobre las opiniones de los demás que sobre los nuestros.

Una explicación para esto es que nuestro aparato cognitivo se desarrolló en un tiempo y lugar donde la capacidad de ganar un argumento tenía más valor de supervivencia que la capacidad de ver el mundo objetivamente. Por lo tanto, estamos diseñados para el autoengaño y el engreimiento.

Eso explica por qué en su mayoría buscamos tener razón, en lugar de estar convencidos, en los argumentos de hoy.

Para protegerse contra esta propensión biológica, debemos preguntarnos: “¿Qué podría descubrir que me haría cambiar de opinión sobre este tema?” En lugar de la pregunta más natural: “¿Cómo puedo reforzar mi opinión sobre este tema?”

Nuestras opiniones más fuertes tienden a ser las menos fundadas.

Conclusión

Nadie dijo que ser valiente sin ser tonto es fácil. Requiere la disciplina para notar y resistir las tendencias naturales que viven en nuestros cuerpos como resultado de milenios de historia evolutiva.

Pero la recompensa es sustancial. En lugar de despilfarrar nuestro potencial de liderazgo o ser un peligro para los demás, podemos obtener resultados que solo los líderes en puestos de confianza pueden lograr.