Cómo vivir una vida sin remordimientos

¿Cuál es la diferencia entre un error y una experiencia de aprendizaje?

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¿Cuál es la diferencia entre un error y una experiencia de aprendizaje?

Perspectiva.

Cuando vemos los errores como experiencias de aprendizaje, el arrepentimiento se transforma de una emoción dolorosa en una motivación. Cuando niños, con frecuencia cometimos errores y aprendimos de ellos. Aprender a gatear y caminar fue prueba y error, y cada error fue una lección sobre el mundo y sobre nosotros mismos. Como adultos, sin embargo, hemos olvidado cómo fallar. El fracaso nos aterroriza. Para recuperar la alegría y la utilidad de cometer errores, tenemos que mirar hacia atrás en nuestros más grandes y ver cómo nos formaron.

Take heartbreak, por ejemplo. Soy un terapeuta matrimonial y familiar en Santa Mónica, y veo parejas e individuos. Todavía tengo que conocer a una persona a la que nunca se le rompió el corazón al menos una vez. Entonces, ¿por qué algunas personas salen fortalecidas de una relación terminada y algunas emergen amargadas y resentidas? En mi experiencia, es doble: 1) cómo te ves a ti mismo y a los demás, y 2) qué haces a continuación.

Para convertir arrepentimientos en lecciones, debes comenzar practicando el perdón.

No puedes dejar de lamentarte cuando estás atado a ellos como un barco a un ancla; ellos seguirán tirando de ti hacia abajo. Practicar el perdón significa perdonar a ti mismo y a cualquier otra parte involucrada. La clave del perdón es ver la humanidad en cada uno de nosotros. Los seres humanos tienen fallas. Cometemos errores no porque somos personas malvadas, terribles, indignas, sino porque somos humanos.

El segundo paso es identificar las lecciones de sus experiencias y utilizar esas lecciones para tomar mejores decisiones en el futuro. ¿De qué se trata, precisamente, de lo que te sientes arrepentido? ¿Te arrepientes de tu elección de pareja, o algo específico que hiciste mientras estuviste con ellos? ¿Te arrepientes de haber aceptado un trabajo que ahora odias o de no aceptar un trabajo que crees que te hubiera encantado?

Si te arrepientes de no haber hecho algo, explora formas en que puedes hacerlo ahora. Incluso si ese trabajo se ha ido, por ejemplo, puede haber otros que puede solicitar. En lugar de rumiar por el resto de tu vida sobre la carrera que se escapó mientras trabajabas en un trabajo que odias, transforma esa energía furiosa en motivación para buscar un trabajo que te pueda encantar.

Si siempre quiso ser un periodista, pero tomó la ruta segura y se convirtió en contable, nunca es demasiado tarde para intentar una nueva carrera. O, si eso es un cambio demasiado grande o financieramente imposible, comience un boletín comunitario o familiar. Si tiene edad para jubilarse, aproveche la oportunidad para corregir los errores del pasado y sea voluntario para escribir una columna en un periódico local o comenzar un blog.

Si te arrepientes de haber hecho algo, haz las paces. Si hiere a alguien, llámale o escríbele una carta. Si fallecieron o si no sabes cómo contactarlos, haz algo en su honor como donar a una organización benéfica que les interese o ser voluntarios.

Moverse, hacer y actuar son formas excelentes de combatir la amargura, el resentimiento y la ira que acompañan al arrepentimiento.

Cuanto antes nos damos cuenta de que no podemos cambiar el pasado, más rápidamente nos sentimos motivados a hacer algo de valor para nosotros y para los demás ahora, en el momento presente. Soltar los remordimientos libera la energía emocional que podemos utilizar para corregir los errores del pasado y aprender de ellos.

En el mundo de la tecnología, la gente habla sobre “fallar hacia arriba” y seguir la máxima “fracasar más, fracasar más rápido”. En Silicon Valley, fracasar es parte del éxito. Primero debes fallar para tener éxito. Un Museo del Fracaso abrió recientemente en Los Ángeles. Muestra productos que fallaron espectacularmente, desde autos hasta computadoras. La idea detrás del museo es que no debemos ocultar nuestros fracasos, sino celebrarlos.

Si nunca has fallado, ¿qué has aprendido?

A medida que avanzas en el nuevo año, pregúntate: ¿Qué lección aprendiste el año pasado que desearías haber sabido antes? ¿Qué vas a hacer ahora para transformar ese arrepentimiento en acción?

¿Qué mostrarías en tu propio Museum of Failure?