Compartir decisiones con su médico

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Fuente: Kirisa99 / Bigstock

Tratar su depresión y el trastorno bipolar es, idealmente, un esfuerzo conjunto entre usted y su médico que a menudo implica medicamentos y terapia de conversación. Las decisiones tomadas en asociación con sus proveedores de tratamiento se denominan toma de decisiones compartida . Es el modelo de la atención centrada en el paciente: un proceso donde el clínico y usted como paciente trabajan juntos para tomar decisiones, seleccionan pruebas de diagnóstico, tratamientos y planes de atención basados ​​en evidencia clínica y equilibran los riesgos y beneficios con sus preferencias y valores personales . Su médico o terapeuta le ofrecerá información sobre su enfermedad de una manera que le resulte comprensible. Él o ella respetarán sus objetivos y preferencias, y los utilizará para orientar sus recomendaciones y tratamientos. La toma de decisiones compartida es útil tanto en medicina general como en atención de salud mental.

Por ejemplo, si le molesta el efecto secundario de un tratamiento (por ejemplo, disminución del interés sexual o aumento excesivo de peso), usted y su médico discutirán sus inquietudes y las diversas opciones de tratamiento, y juntos, harán otra elección. Esto debe hacerse respetando tu opinión. Es un modelo diferente en la medicina de varias décadas atrás, donde las preferencias de la persona no eran muy apreciadas y la opinión del médico era rígida.

¿Por qué hacer todo esto? Primero, lo ayuda a comprender las opciones de tratamiento disponibles para usted. Te alienta a hacer preguntas sin sentirte tonto. Usted ha contribuido a la decisión como participante activo, lo que lo hace sentir respetado y mejora su autoestima. También puede seguir sus recomendaciones. Cuando esto sucede, su resultado final o resultado mejora. La toma de decisiones compartida también ayuda a construir una relación de confianza con su médico.

¿Qué implica hacer esto? Debe buscar información sobre su enfermedad cuando se le ofrezca. También debe asumir la responsabilidad de hablar en alto para compartir sus inquietudes, objetivos y preguntas. Ahora bien, esto puede ser difícil de hacer por varias razones.

Algunas personas no están acostumbradas a interactuar de esta manera con su médico y no se sienten cómodas con eso. Podrían sentir que es irrespetuoso, desafiante para él o ella como la persona más "inteligente" en este campo. O pueden creer que el material es demasiado complejo para captarlo. Intenta recordar que eres un experto "por experiencia" en tu propia enfermedad. Otra razón por la que esto es difícil se debe al pensamiento nublado que a menudo acompaña a la depresión o al trastorno bipolar. Puede creer que no puede pensar con claridad suficiente para comprender o resolver los puntos de decisión. Pero no tendrá que preocuparse por esto, ya que no estará solo en este proceso. Su médico le ofrecerá información sobre su enfermedad y opciones de tratamiento en un idioma que sea comprensible, y debido a que es un esfuerzo colaborativo, él o ella no le permitirá vagar por las malas decisiones de tratamiento por su cuenta.

Para obtener más información al respecto, lo dirijo al sitio web de la AHRQ (Agencia para la Investigación y la Calidad de la Atención Médica).

¡Mantenerse bien!