Comprender la anorexia nerviosa en hombres

Routledge 2016
Fuente: Routledge 2016

Recientemente, me encontré con un paciente al que llamaré J. Cuando entramos en mi oficina para nuestra primera reunión, el cuerpo delgado y frágil de J y sus ojos rodeados de círculos oscuros hablaban mucho. La familia había decidido hablar con un proveedor de salud mental después de que la madre de J encontrara el pelo de su hija, que se cayera como resultado de la desnutrición, en el desagüe de la ducha. En esa primera reunión, J describió estar plagado de preocupaciones acerca de estar "demasiado gordo", así como un régimen de ejercicio brutal, junto con una dieta altamente restrictiva tanto en calorías como en variedad, con la intención de mitigar ese miedo. En muchos sentidos, esta es una descripción corriente de un paciente con un trastorno alimentario. Pero, ¿y si te dijera que el nombre completo de J es Josh y que él es un niño de 14 años?

Los trastornos alimenticios a menudo se consideran un "problema femenino". Incluso los investigadores, defensores y proveedores de tratamiento que son conscientes de que estos trastornos afectan a hombres y niños están plagados de desinformación. Por ejemplo, a menudo se afirma que el 10% de las personas con disfunción eréctil son hombres. Como resultado, esta estadística a menudo repetida es muy problemática. Cuando se publicó hace 25 años, representaba el número de hombres y niños en tratamiento, no en la población general (Andersen, 1990). De hecho, la mejor información disponible indica que los hombres representan el 25% de las personas con anorexia nerviosa y bulimia nerviosa y el 36% con el trastorno por atracón (Hudson et al., 2007). Lo más inquietante es que los datos recientes sugieren que las prácticas alimentarias desordenadas aumentan, por primera vez, con mayor rapidez en los hombres que en las mujeres (Mitchinson et al., 2014).

Es esencial que ayudemos a los médicos, así como al público en general a comprender las preocupaciones únicas de los hombres con trastornos de la alimentación. En la Asociación Nacional para Hombres con Trastornos de la Alimentación (NAMED, por sus siglas en inglés), hemos estado trabajando para abogar por esta población poco reconocida y, a menudo, estigmatizada. Y justo este mes, mi libro, Understanding Anorexia Nervosa in Males: An Integrative Approach, fue publicado por Routledge. Este libro presenta una forma holística de pensar sobre los hombres con anorexia nerviosa y las pautas para trabajar con esta población terapéuticamente.

Para terminar, volvamos a Josh. Los estados iniciales de tratamiento consistieron en educar a Josh y su familia sobre el hecho de que los trastornos alimentarios no solo les ocurren a las adolescentes. Un equipo de tratamiento multidisciplinario, que incluía un psiquiatra, psicoterapeuta y nutricionista, se comprometió a abordar cada aspecto del trastorno alimentario de Josh. Los padres de Josh también fueron un componente integral del equipo de tratamiento, esencial para el proceso de ayudarlo a normalizar su alimentación y ejercicio. Al mismo tiempo, Josh tenía mucho trabajo por hacer solo. Aunque tomó más de un año para que el peso de Josh se estabilizara por completo y varios años más de tratamiento para que sus actitudes hacia la comida, el peso y la forma se normalizaran por completo, Josh logró una recuperación total.