Consciente de comer para el Mamavore

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La alimentación consciente, en pocas palabras, es prestar atención al nivel de hambre y plenitud de nuestro cuerpo, darse cuenta de lo que elegimos consumir y comer hasta que esté satisfecho. Esto puede haber sido un desafío antes de tener hijos, pero una vez que llegue la etapa del niño pequeño, habrá mucha comida sobrante en los platos de nuestros hijos que nos tienta a meternos en la boca porque:

a.) ciertamente no queremos desperdiciar comida.

b.) secretamente se ve delicioso y, cuando es robado del plato de otra persona, las calorías no existen.

c) es simplemente más fácil colocar la comida directamente en nuestras bocas que envolverla para las sobras de mañana.

d.) nos convertimos en Mamavores sin sentido, consumiendo inconscientemente cualquier alimento que quede.

Sin embargo, cuando nos detenemos y prestamos atención, podemos darnos cuenta de cuántas calorías adicionales estamos consumiendo de esta manera apenas consciente. Entonces, para evitar este patrón en curso, es útil poner en marcha un plan de juego. Aquí hay algunos consejos:

  • Una vez que su pequeño haya terminado su comida, mueva su plato fuera de su alcance o tómese un momento para envolver las sobras inmediatamente, para que no tenga la tentación de repetir el escenario anterior.
  • Si te estás moviendo hacia sus sobras, pausa, y pregúntate por qué. ¿Es por aburrimiento, ansiedad o simplemente por hábito?
  • Si está realmente hambriento y elige comer las sobras deliberadamente, disfrute la comida lentamente. Ten cuidado
  • Preste atención a su nivel de energía después de comer varios tipos de alimentos. Puede que se sorprenda de cómo algunos pueden minar completamente nuestra energía, mientras que otros pueden ayudar a mantenerla durante horas.
  • Incluya a su familia en la alimentación consciente, enseñándoles a todos a detenerse y respire antes de zambullirse. Utilizando sus sentidos, observe los colores y las formas de los alimentos, tome un momento para reflexionar sobre cómo la comida llegó hasta la mesa, inhale la fragancia de la comida, y masticar los primeros bocados lentamente, saboreando completamente los sabores. También es recomendable que comas con atención tu último bocado, como recordatorio de mantenerte alerta durante la comida, notando más fácilmente cuando alcanzamos el punto óptimo.

Someter el Mamavore no solo puede domesticar el crecimiento de nuestras cinturas y aumentar nuestra energía, sino también modelar hábitos de alimentación conscientes para nuestros hijos, un regalo de salud para toda la vida.