Construyendo relaciones para combatir el aislamiento

Mis interacciones con clientes que no tienen trabajo refuerzan los hallazgos de la investigación de que el desempleo afecta la salud física y mental de las personas y sus familias. Un tema frecuentemente planteado por los desempleados de larga duración es el casi inevitable "aislamiento social".

Las razones por las que el aislamiento social es tan difícil de evitar son evidentes. Primero, para muchos, el trabajo juega un papel importante en la forma en que nos definimos a nosotros mismos. Con el tiempo, el desempleo comienza a erosionar nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos. Sin nuestro trabajo, a veces nos vemos a nosotros mismos como "menos que". Los desempleados se sienten avergonzados por su estado y se sienten incómodos en situaciones sociales. Además, la pérdida de ingresos hace que sea difícil gastar dinero en actividades aparentemente no esenciales, como pasatiempos costosos o salir a cenar con amigos.

Los clientes me dicen que sentarse frente a una computadora día tras día buscando bolsas de trabajo es una experiencia solitaria; sin embargo, les resulta difícil socializar. Ellos racionalizan que los amigos están demasiado ocupados con sus propias carreras, o que no pueden perder tiempo socializando si realmente quieren encontrar trabajo.

Los avances en psicología han llevado a intervenciones para los trastornos de ansiedad que creo que pueden ser útiles para los desempleados que tienen dificultades para socializar. (Véase Barlow, DH (2002) Ansiedad y sus trastornos: la naturaleza y el tratamiento de la ansiedad y el pánico ( edición). Nueva York: Guildford Press). Un enfoque es que el "individuo aislado" salga de su camino para exponerse a las situaciones sociales. Sus sentimientos de vergüenza y ansiedad social solo aumentarán si continúan evitando socializar. Es útil evaluar cuán incómoda será la situación social antes de asistir en una escala del uno al diez. Después, una vez más, califica lo incómodo que resultó ser. Nuestros miedos generalmente son exagerados. Con el tiempo, la exposición a situaciones sociales disminuirá los sentimientos de ansiedad y vergüenza.