¿Cuánto podemos pedir prestado el uno al otro?

Se dice que Isaac Newton dijo en 1676: "Si he visto más allá, es poniéndome sobre los hombros de los gigantes". Como escritor, ciertamente, creo que es leyendo a los grandes escritores que nos precedieron que uno aprende cómo escribir. Es al caminar sobre los pasos de un genio que uno aprende a encontrar su propio camino a través del bosque. ¿Por qué inventar la rueda, después de todo?

Ciertamente, cuando comencé a escribir, fue con la ayuda de ciertos escritores cuyas voces me inspiraron, en particular escritores como Virginia Woolf o Charles Dickens o, más recientemente, Marguerite Duras. Esos creadores de prosa fuertes escribieron libros originales que me dieron la autoridad que necesitaba para expresar mis propias ideas, mis propios pensamientos, mis propios secretos. De alguna manera, estos grandes escritores me dieron permiso para ser yo mismo en la página. A veces es tomando el disfraz de otro que uno se encuentra.

Pienso en un ensayo reciente de Louis Begley en "The American Scholar", donde escribe sobre cómo llegó a encontrar la forma de una primera novela que compuso a los cincuenta. Era una historia sobre el holocausto, una historia de un niño que escapó de Polonia durante el período nazi, pero recurrió al Infierno de Dante para conocer la forma e incluso los detalles que le permitieron convertir esta historia individual de sufrimiento de un niño en un momento preciso en la historia en uno de toda la humanidad y todos los momentos en el tiempo.

Entonces, ¿hasta dónde podemos llevar a cabo esta máxima sin ser acusados ​​de plagio? Como docente, uno se da cuenta hoy particularmente del peligro del fácil acceso a la información. Sin embargo, no es difícil detectar información que se ha eliminado sin ser analizada de Internet, por ejemplo. El paso importante, como con cualquier cosa en la vida, es hacer suya esta información, usarla para transmitir lo que quiere decir. Además, es importante asegurarse de que la información que está utilizando sea válida. En otras palabras, ve a los grandes, a los expertos, a los que conocen esa información. Si vas a robar, roba lo mejor.

¿Cuál es tal vez por qué uno debe perdonar el discurso de debut de Melania Trump, que fue levantado de Michelle Obama? Qué buena fuente eligió, y qué buen gusto tenía. Qué excelentes oraciones robó. Mi palabra es mi vínculo. Suena bastante bien para mí.

Al igual que con todos los pasos que damos en la vida, necesitamos aprender de los que nos precedieron, aceptar las críticas y los consejos de nuestros mayores, pero al final tenemos que encontrar nuestras propias historias, nuestros propios valores, aunque estos puedan expresarse en la forma y, a veces, incluso las palabras de otros que nos han precedido.

Sheila Kohler
Fuente: Sheila Kohler

Sheila Kohler es autora de catorce libros, entre ellos Becoming Jane Eyre y, más recientemente, Dreaming for Freud (Penguin). Su próxima memoria es Once We Were Sisters.