Darle a la enfermedad de Parkinson una patada de Kung Fu

Las artes marciales pueden ayudar con la tasa de disminución de la enfermedad de Parkinson, una degeneración progresiva del cerebro. Se asocia con la pérdida de transmisión de dopamina dentro de grupos de neuronas llamados colectivamente "ganglios basales". Los síntomas ER de Parkinson incluyen déficit motores como temblores, rigidez de los músculos, movimiento lento e impreciso, seguido de un deterioro cognitivo y demencia posterior.

Como Giovanni Abbruzzese y sus colegas en Génova, Italia han señalado en un artículo reciente en Parkinsonism and Related Disorders, que la rehabilitación física se ha considerado como una adición ocasional a los tratamientos farmacológicos y quirúrgicos para el Parkinson. Existe un creciente cuerpo de evidencia, señalan, que la rehabilitación física -incluida la capacitación apropiada en artes marciales- puede ayudar a reducir la disminución de la discapacidad en el Parkinson y lo hace a través de la neuroplasticidad adaptativa.

Alguien con Parkinson generalmente tiene problemas significativos con el control del equilibrio. Cuando se trata de moverse, un control de balance deficiente conduce a un mayor riesgo de caídas. Fuzhong Li y otros en Oregon, querían saber si el tai chi chu'an, una forma de arte marcial chino que ayuda con el control del equilibrio y muchos otros problemas en jóvenes y mayores, podría tener un efecto beneficioso en aquellos con Parkinson.

Li y sus colegas publicaron los resultados de su ensayo de control aleatorizado "Tai Chi y estabilidad postural en pacientes con enfermedad de Parkinson" en el New England Journal of Medicine. Dos veces por semana durante 24 semanas los participantes (que tenían discapacidades "leves" a "moderadas") en el ensayo realizaron 60 minutos de tai chi, entrenamiento de resistencia o estiramiento.

El entrenamiento de Tai chi mejoró el alcance máximo y el control direccional del equilibrio de pie, así como la longitud de la zancada durante el recorrido y el alcance funcional. Hubo algunos beneficios mejorados en comparación con el entrenamiento de estiramiento o resistencia, lo que sugiere que una intervención que abarque todo debería incluir las 3 cosas para el mayor beneficio.

En mi opinión, el concepto realmente importante que se capta en estudios como los anteriores va más allá de las preocupaciones por la cura. La ciencia biomédica actualmente no tiene una cura para el Parkinson. Pero si cambiamos el concepto y pensamos en desacelerar el progreso de la enfermedad, la rehabilitación ahora puede verse como una actividad importante para incluir en la gestión.

Se necesita más trabajo en esta área, pero la conclusión es que dedicarse a una actividad física significativa puede aprovechar los principios fundamentales de nuestra biología a lo largo de toda nuestra vida. Las personas también son animales y todos los animales necesitan moverse. La actividad física es un factor clave para mantener el cuerpo humano sano y bien.

La evidencia muestra que la actividad física puede desempeñar un importante papel de rehabilitación en los trastornos neurológicos. Especialmente las actividades físicas como las artes marciales que desafían la coordinación dentro del motor y los sistemas sensoriales que se encuentran en nuestros cerebros y médulas espinales.

La plasticidad cerebral no tiene fecha de vencimiento. Depende de nosotros tomar esos pasos, o dar un puntapié, en la dirección más útil que podamos.

(c) E. Paul Zehr (2015)