Dos culturas

Tuve mi debut. Dirigí una discusión sobre psicoterapia psicoanalítica con aproximadamente 25 residentes de psiquiatría en diferentes años de entrenamiento y con antecedentes muy variados. Recordé ser un residente de psiquiatría y sentir que el psicoanálisis era una actividad de élite. Los practicantes eran un grupo élite y también lo eran los pacientes. Yo era idealista. Quería ayudar a grandes cantidades de personas. El psicoanálisis es intenso. Hay límites para la cantidad de personas a las que se puede ayudar. Sentí una necesidad de justificar mi educación financiada por el estado al devolver a la comunidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, me di cuenta de que necesitaba herramientas para ayudar a las personas. La psicofarmacología fue una herramienta, pero no fue suficiente. ¿Qué otras herramientas había? El pensamiento psicoanalítico abrió la puerta a un medio para una mirada profunda a la personalidad. La profundidad del pensamiento fue atractiva para mí.

¿Cómo puedo transmitir el amor de las ideas a los psiquiatras novatos que buscan la ciencia para ayudar a las personas? Amo la ciencia también Quiero decir eso. El rigor científico es valioso, como lo es el rigor sin fin de explorar el desarrollo de la personalidad. Vuelvo a mi pregunta. ¿Cómo abrazamos la mente, mientras apreciamos la neurobiología? ¿Cómo creamos un puente? ¿Cómo tenemos respeto mutuo?

Me recuerda la Conferencia Rede de 1959 del científico y novelista británico CP Snow. Su tesis era que la ruptura de la comunicación entre las "dos culturas" de la sociedad moderna -la ciencia y las humanidades- era un obstáculo importante para resolver los problemas del mundo. Del mismo modo que muchos eruditos en humanidades no conocen mucha ciencia, también muchos psiquiatras neurobiológicamente entrenados no saben mucho acerca de las teorías de la motivación humana.

La pregunta es cómo capacitamos a los psiquiatras cuando la facultad remunerada está al borde de los avances científicos, mientras que la facultad voluntaria está tratando de alentar un ejercicio de ideas flotantes. Esta pregunta me preocupa profundamente.

Quiero transmitir veinte años de práctica privada. Quiero darles una idea de lo que podrían esperar si siguieran una práctica que incluyera psicoterapia. Al mismo tiempo, siento que esa tarea no es posible. Su práctica no será como la mía, ya que la mía no se parece en nada a mis maestros. Los tiempos son diferentes. Las herramientas son diferentes. La comprensión del cerebro humano ha cambiado. Una práctica privada de psicoterapia es una experiencia dinámica. Crece de la misma manera que un niño crece. Yo envejezco Mis pacientes a largo plazo envejecen. Mis hijos se convierten en adultos.

Regreso a mi principio principal. Puede que no esté seguro acerca de cómo abordar algo, pero necesito "mostrarme". Con eso quiero decir que tengo que intentarlo, aunque mi tarea es desordenada. Ahí está mi desafío. De forma paralela, transmito el desorden de la práctica privada. Abrazar la incertidumbre es mi tema, un tema que han sido abordados por grandes pensadores. Mirar a esos grandes pensadores parece ser muy sabio. Freud fue uno de esos grandes pensadores.