El dinero compra infelicidad

En un nuevo estudio, publicado en el número actual de Psychological Science, Jordi Quoidbach y tres colegas demuestran que el dinero -incluso al pensarlo- socava los placeres simples de la vida. Específicamente, los autores encontraron que las personas más adineradas tenían menos capacidad que los más pobres para saborear, mejorar y prolongar los sentimientos emocionales positivos como alegría, admiración, entusiasmo, satisfacción, orgullo y gratitud, y que este "impacto negativo de la riqueza en las personas" la capacidad de saborear socava los efectos positivos del dinero en su felicidad ". También descubrieron que incluso la idea de dinero reducía la capacidad de saborear.

Aunque la idea apenas es nueva -los cuáqueros lo predicaron, y también Thoreau- esta es la primera evidencia sólida de su verdad. Los participantes fueron 374 adultos conectados a la universidad, que van desde personal de conserjes hasta administradores sénior; se dividieron en dos grupos asignados aleatoriamente. Al primer grupo se le mostró una imagen de una pila de dinero y luego se le dieron pruebas psicológicas que midieron la capacidad de saborear. Al segundo grupo se le mostró la misma imagen, pero se difuminó más allá de su reconocimiento; ellos también recibieron la prueba psicológica. El grupo que había visto la imagen clara del dinero demostró una capacidad sustancialmente menor de saborear que los sujetos de la imagen borrosa.

Una segunda fase del estudio fue aún más sorprendente. Esta vez, a ambos grupos se les dio un trozo de chocolate después de ver la imagen clara del dinero o la borrosa. Los observadores independientes, ciegos a la afiliación grupal, observaron y calificaron a cada sujeto sobre la duración y la intensidad aparente de su gusto. De nuevo, hubo una diferencia significativa. Aquellos a quienes se les había mostrado la imagen clara del dinero pasaron un promedio de 32 segundos saboreando el chocolate, mientras que aquellos con la imagen borrosa solo lo saborearon en promedio 45 segundos. Además, el grupo borroso mostró una intensidad claramente mayor. Los autores del estudio concluyen que "tener acceso a las mejores cosas de la vida en realidad puede socavar la capacidad de las personas de obtener placer de los pequeños placeres de la vida".

Es bueno recordar la próxima vez que está contemplando ese artículo de lujo que no puede pagar, que no necesita y que probablemente no utilizará.