El trauma que surge de los desastres naturales

La American Psychological Association define el trauma como "una respuesta emocional a un evento terrible como un accidente, una violación o un desastre natural". Sin embargo, Peter Levine (un famoso teórico psicológico del trauma) caracteriza el trauma no por el evento sino por las reacciones de uno y síntomas. Él explica que "cualquier experiencia abrumadora y angustiante" puede causar un trauma y que el trauma solo es reconocible por sus síntomas.

Hay varios tipos de eventos traumáticos comunes, todos conocidos por conducir al Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). Un tipo de trauma es el resultado de desastres naturales como terremotos, tornados o huracanes, incendios forestales, inundaciones, erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra o tsunamis. Este tipo de experiencias son particularmente insidiosas porque tienden a traumatizar a grandes poblaciones de personas a la vez, y pueden dar lugar a epidemias de culpabilidad de supervivientes y otros síntomas de TEPT.

Al igual que muchas causas de trauma, los desastres naturales pueden ser repentinos y abrumadores. La reacción más inmediata y típica a una calamidad es el shock, que al principio se manifiesta como entumecimiento o negación. Con rapidez o con el tiempo, el shock puede dar paso a un estado emocional excesivo que a menudo incluye altos niveles de ansiedad, culpa o depresión.

Las personas pueden haber perdido a sus seres queridos o sus hogares. Como resultado, pueden sentirse indefensos, es posible que tengan que vivir en campamentos o refugios sin el apoyo de familiares o amigos durante períodos prolongados. Sin embargo, vivir con otros sobrevivientes también puede ser un momento para volver a conectarse, hablar sobre el evento con otros y ayudar a replantear el evento. Ser capaz de ayudar a otro sobreviviente puede reducir la impotencia y puede comenzar el proceso de curación.

Los desastres naturales en particular pueden traer a las víctimas la sensación de ser traicionadas por "su dios", lo cual puede resultar en una pérdida de fe. Hacer las paces con "lo divino" podría ser un paso hacia la curación y ganar la fe (que puede ser crucial para la salud).

Según la Asociación Americana de Psicología, los siguientes son síntomas comunes de trauma:

  • Los sentimientos se vuelven intensos y, a veces, impredecibles. Irritabilidad, cambios de humor, ansiedad y depresión son manifestaciones de esto.
  • Retrocesos: recuerdos repetidos y vívidos del evento que conducen a reacciones físicas tales como latidos cardíacos rápidos o sudoración
  • Confusión o dificultad para tomar decisiones
  • Dormir o comer problemas
  • Temor de que el evento emocional se repita
  • Un cambio en las habilidades de las relaciones interpersonales, como un aumento en el conflicto o una personalidad más retraída y evitativa
  • Síntomas físicos como dolores de cabeza, náuseas y dolor en el pecho

Cita: http://www.apa.org/helpcenter/recovering-disasters.aspx

Es difícil predecir cuándo se establecerá el TEPT con un sobreviviente de un desastre natural traumático. Al principio, algunas víctimas parecen estar perfectamente (o incluso anormalmente) bien, y luego se sienten acosados ​​por los síntomas.

En general, se recomienda a los sobrevivientes de desastres naturales que busquen orientación profesional si no pueden recuperar el control de sus vidas o si continúan sufriendo los síntomas del TEPT durante más de un mes.

Además, las víctimas no necesitan haber experimentado el desastre de primera mano para verse psicológicamente afectadas. Por ejemplo, alguien que vive en San Francisco con familiares en Haití en el momento del terremoto reciente podría haber estado sujeto a innumerables horas de cobertura televisiva, junto con la imposibilidad de obtener información sobre su propia familia. Este tipo de situación puede tener un impacto emocional en alguien incluso desde lejos.

Es muy importante en un trauma por desastre natural que la víctima se dé tiempo para sanar y pasar por un proceso de duelo apropiado. Solo procesando la experiencia durante un período de tiempo realista es posible la curación.

© Susanne Babbel Ph.D. MFT