Es la temporada de comer: no alimente su ansiedad

Todos hemos escuchado el dicho "Eres lo que comes". La comida es uno de los principales factores que contribuyen a la forma en que nos sentimos a nivel emocional, psicológico y físico en un momento dado. Pero durante la temporada de vacaciones ocupada y estresante, es aún más importante para todos nosotros monitorear y equilibrar lo que ingerimos e incluir alimentos que pueden ayudarnos a controlar la ansiedad y el estrés.

Bebidas de cafeína y energía

No hace falta ser un experto para saber que cuando tomamos demasiada cafeína o demasiadas bebidas energéticas, tendemos a sentirnos nerviosos, rápidos y dispersos. Estos síntomas también reflejan la forma en que nos sentimos en medio de la ansiedad, ya que nuestro ritmo cardíaco late más rápido y nuestras palmas se vuelven húmedas. Sería apropiado deducir entonces que la cafeína y las bebidas energéticas no son buenas para ingerir mientras están estresadas ya que pueden acentuar los efectos de la ansiedad.

Azúcar

También podemos ver el azúcar en este ámbito. Cuando comemos mucha azúcar, obtenemos una ráfaga instantánea de energía que nos hace sentir en la cima del mundo. Pero a esta prisa normalmente le sigue un choque, dejándonos agotados y perezosos. Una vez más, reflejando la habilidad de la ansiedad de comenzar nuestras mentes corriendo a la velocidad de la disformidad solo para llevarnos a un funk sin esperanza, el azúcar probablemente no sea la mejor opción para aquellos que sufren de ansiedad.

Alcohol

Cuando estamos estresados, a menudo buscamos soluciones temporales en lugar de llegar al fondo de las razones por las cuales estamos estresados ​​en primer lugar. El alcohol es una forma común de automedicarse consciente o inconscientemente, con la esperanza de escapar momentáneamente de nuestros asuntos apremiantes al caer en un espacio alterado y pseudo feliz. Pero después de que el zumbido disminuye, las propiedades depresivas del alcohol toman el control y pueden hacer que nos hundamos en un estado de ansiedad más profundo que el que nos hizo alcanzar el vaso en primer lugar. Lo mejor es enfrentar la ansiedad de frente en lugar de tratar de enmascararla.

Superfoods

Los medios de comunicación han estado llenos de información en la última década sobre los llamados "superalimentos" que proporcionan vitaminas y nutrientes que combaten directamente las enfermedades y los trastornos que rodean la ansiedad y la depresión. Para la ansiedad, se han explorado los siguientes alimentos:

  • Espárragos: lleno de ácido fólico que mejora el estado de ánimo.
  • Aguacate: lleno de vitaminas B para nervios y células cerebrales saludables.
  • Arándanos: cuando nos estresamos, nuestros cuerpos anhelan vitamina C y antioxidantes para ayudar a reparar y proteger las células, que son abundantes en los arándanos.
  • Se dice que la leche caliente antes de acostarse combate el insomnio inducido por el estrés.
  • Almendras-Rico en vitaminas B12 y E, ambos dicen que estimulan el sistema inmunológico cuando están bajo presión mental.
  • Naranjas: se sabe que la vitamina C reduce la presión arterial y la hormona del estrés cortisol.
  • Salmon-Dense en ácidos grasos Omega-3 que ayudan a evitar que el cortisol y la adrenalina se propaguen.
  • Espinaca: llena de magnesio, que también regula el cortisol.
  • Turquía: todos hemos oído hablar del término "coma de triptófano", que desea tomar una siesta después de la cena de Acción de Gracias. Está comprobado que el triptófano, que se encuentra en el pavo, en realidad le indica al cerebro que libere serotonina del cerebro, creando una sensación de calma y paz.
  • Avena: un tazón de avena cortada de acero por la mañana también puede hacer que fluya la serotonina.

El resultado final es que una dieta balanceada de alimentos integrales que contienen un golpe de vitaminas y minerales es la mejor para mantener el cuerpo y la mente sintiéndose saludable. Con esta gran base, cuando surgen situaciones estresantes (¡y usted sabe que lo harán!), Está listo para enfrentar las sensaciones y sentimientos incómodos que surgen porque ha hecho un gran trabajo cuidando de sí mismo.

¡Comiendo feliz!