¿Es su teléfono celular su mejor amigo?

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En el momento en que mis alumnos abandonan la clase, toman sus teléfonos celulares, revisando y enviando mensajes de texto. La semana pasada, incluso vi a una niña enviando mensajes de texto en la iglesia. Mirando hacia abajo, la gente cruza las calles ocupadas, sus ojos se centraron en sus teléfonos celulares. Las nuevas señales en mi vecindario le dicen a la gente, "No envíe mensajes de texto ni conduzca", y justo al final de la calle, un hombre en la acera fue asesinado cuando un automóvil con un "conductor distraído" se salió de la carretera y lo golpeó.

La tecnología avanzada ha mejorado las comunicaciones, podemos solicitar ayuda en casos de emergencia, pero el uso indebido de la tecnología puede ser peligroso. El peligro ocurre cuando, como Henry David Thoreau escribió hace muchos años, las personas se convierten en "herramientas de sus herramientas" (Thoreau, 1960). Hoy en día, demasiadas personas se han vuelto adictas a sus teléfonos.

¿Qué hace que nuestras herramientas electrónicas sean tan atractivas? Suenan, zumban, vibran y nos convocan con cada nuevo texto, llamada o publicación de Facebook. Nos ofrecen refuerzos intermitentes, el mismo estímulo incierto que sostiene la adicción al juego. En ambos casos, nunca sabemos cuándo llegaremos al jackpot.

Nuestros teléfonos nos tienen condicionados. Como perros obedientes, venimos cuando llaman, dejemos lo que estamos haciendo para verificar sus mensajes. Para muchos de nosotros, el teléfono ya no es una herramienta sino una relación. Las herramientas son inanimadas. Martillos y destornilladores no nos llaman ni nos interrumpen. Los usamos, luego los volvemos a poner en la caja de herramientas. Pero para algunas personas, los teléfonos celulares se han convertido en sus principales relaciones. Pasan horas mirando sus pantallas, acariciándolas suavemente. Muchos de mis alumnos incluso duermen con sus teléfonos celulares y son más cómodos enviando mensajes de texto que conversando en persona.

La investigación ha demostrado que relacionarse más electrónicamente que en persona socava nuestra capacidad de empatía y que las interrupciones constantes interfieren con nuestra capacidad de concentración (Whybrow, 2015). Los neurocientíficos han descubierto que el cambio rápido de un lado a otro entre las tareas nos hace menos enfocados y efectivos (Foerde, Knowlton y Poldrack, 2006). Las interrupciones continuas pueden minar nuestra capacidad de pensar lógicamente, aprender de la experiencia e identificar patrones de causa y efecto en nuestras vidas. Y el poderoso estímulo externo del teléfono también puede afectar nuestro sentido de agencia, nuestro locus de control interno. La investigación ha revelado que el locus de control se ha vuelto menos interno, más externo en los últimos años, a medida que más personas creen que las fuerzas externas (el destino o los poderosos) no son sus propios esfuerzos, determinan lo que sucede en sus vidas (Twenge, Zhang, & Im, 2004, ver también Levenson, 1981). El locus de control externo se ha relacionado con una peor salud física y mental, ansiedad, depresión y desamparo aprendido. (Burger, 1984; Chorpita, 2001; Peterson & Stunkard, 1989)

Para restablecer el equilibrio en nuestras vidas, Delaney Ruston, médico y productor de Screenagers, recomienda establecer límites: no hay teléfonos en la mesa de la cena ni en el dormitorio para reservar tiempo para la comunicación con los miembros de la familia y el sueño ininterrumpido. Gloria DeGaetano, autora de Parenting Well in a Media Age y especialista en asuntos de medios, fundó el Parent Coaching Institute (PCI) en Seattle. A partir de las últimas investigaciones sobre el cerebro, el PCI capacita a los entrenadores para trabajar con los padres, ayudándoles a establecer límites saludables para restablecer el equilibrio de sus familias y apoyar el desarrollo del cerebro de sus hijos (DeGaetano, 2004).

A medida que navegamos a través de esta emocionante y desafiante era electrónica, una cosa está clara: tenemos que recordar la diferencia entre nuestras herramientas y nuestras relaciones.

Referencias

Burger, J. M (1984). Deseo de control, locus de control y propensión a la depresión. Diario de la personalidad, 52 , 71-88.

Chorpita, BF (2001). Control y desarrollo de emoción negativa. En. MW Vasey y MR Dadds (Eds.), La psicopatología del desarrollo de la ansiedad (pp. 112-142). Nueva York, NY: Oxford University Press.

DeGaetano, G. (2004). Crianza de los hijos en la era de los medios. Fawnskin, CA: Personhood Press. Para obtener información sobre el Parent Coaching Institute, visite http://www.thepci.org/. Para obtener información sobre la contratación de un instructor para padres, consulte http://www.thepci.org/findcoach/

Foerde, K., Knowlton, BJ, y Poldrack, RA (2006). Modulación de sistemas de memoria competidores por distracción. Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias, 103, 11778-11783.

Levenson, H. (1981). Diferenciando entre interioridad, otros poderosos y oportunidad. En HM Lefcourt (Ed.), Investigación con la construcción del locus de control. (Vol 1. pp. 15-63). Nueva York: Academic Press.

Peterson, C. y Stunkard, AJ (1989). Control personal y promoción de la salud. Social Science & Medicine, 28, 819-828.

Screenagers , para el avance del documental, consulte https://www.youtube.com/watch?v=LQx2X0BXgZg

Thoreau, HD (1960) Walden. En Walden o en la vida en el bosque y "en el deber de la desobediencia civil" (pp. 1-264). Nueva York, Nueva York: New American Library. Originalmente publicado en 1854. Cita en la página 29.

Twenge, JM, Zhang, L., y Im, C. (2004). Está fuera de mi control: un metanálisis temporal de aumento de la externalidad en el locus de control, 1960-2002. Personality and Social Psychology Review, 8, 308-319.

Whybrow, PC (2015). El cerebro bien afinado: la neurociencia y la vida bien vivida. Nueva York, NY: WW Norton & Company.

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Diane Dreher es autora de best-sellers, coach de psicología positiva y profesora de la Universidad de Santa Clara. Su último libro es Your Personal Renaissance: 12 pasos para encontrar la verdadera llamada de tu vida.

Visite sus sitios web en http://www.northstarpersonalcoaching.com/

y www.dianedreher.com