Estamos ciegos a nuestros propios sesgos

¿Yo? No soy parcial en absoluto. ¿Tú? Bueno, eso depende de si estás de acuerdo conmigo o no.

Desde la perspectiva del realismo ingenuo, las personas tienden a pensar que son perceptoras precisas del mundo. Es decir, las personas tienden a pensar que sus percepciones coinciden con la "realidad".

Una amplia gama de investigaciones respalda esto. Por ejemplo, el trabajo de Emily Pronin (psicóloga de la Universidad de Princeton) y sus colegas han hecho que los participantes lean descripciones de sesgos psicológicos, como el efecto "mejor que el promedio" (por ejemplo, más del 96% de las personas piensan que son mejores que la media para llevarse bien con otros). A continuación, preguntan a las personas qué probabilidades tienen de mostrar estos sesgos y qué probabilidades hay de que otros los muestren.

Constantemente descubren que las personas tienen un "punto ciego sesgado", de modo que califican a otras personas como mucho más susceptibles a estos sesgos. Es como si la gente estuviera pensando, "si, bien, voy a comprar que estos sesgos existen, ¡pero no para mí!"

Otra investigación sobre "casuística" también apoya el realismo ingenuo. Por ejemplo, al tomar decisiones de trabajo simuladas, los hombres muestran un sesgo en contra de contratar mujeres (es menos probable que contraten a mujeres). Pero, cuando se les preguntó por qué tomaron sus decisiones de contratación, los hombres en estos estudios nunca dicen "No la elegí porque era una mujer". En cambio, se enfocan en lo que sea que esté faltando en el estudio. Si tiene experiencia, pero carece de educación, se enfatiza la educación. Si ella es educada, pero sin experiencia, entonces los simuladores de alquiler luego enfatizan que tomaron la decisión en base a la experiencia.

Esto ocurre incluso en entornos privados, lo que sugiere que las personas no solo se presentan a los demás como imparciales. Ellos, más probablemente, permanecen ocultos a sus propios prejuicios.

Desde la perspectiva de Pronin, un punto ciego para nuestros propios sesgos persiste porque usamos introspecciones para medir nuestro propio sesgo, que rara vez revela parcialidad. Sin embargo, cuando juzgamos los prejuicios de los demás, tendemos a confiar más en su comportamiento (no pensamos en leer sus introspecciones), que revelan visiblemente signos de parcialidad e incoherencia.

Entonces, ¿soy parcial? Bueno, no tan sesgado como tú, aunque tal vez si estamos de acuerdo el uno con el otro, te dejaré deslizar un poco.