Evidencia que los sueños nos ayudan a aprender

Soñar con algo te ayuda a aprenderlo más a fondo.

Una de las líneas de investigación más interesantes en psicología de los sueños en estos días son los llamados estudios de “incorporación de los sueños”. La incorporación de material novedoso aprendido en el contenido de los sueños predice significativamente el éxito en la retención permanente o el aprendizaje de ese contenido novedoso (Fiss et al., 1977; De Konnick et al., 1990; Stickgold et al., 2000; Fosse, Fosse, Hobson y Stickgold , 2003; Wamsley, Perry, et al., 2010; Wamsley, Tucker, et al., 2010; Wamsley et al., 2012; Schoch et al., 2018; Wamsley and Stickgold, 2018). Si sueña con algo que estudió ese día, es más probable que retenga esa información al día siguiente. El mejor desempeño en el aprendizaje de nuevos materiales se asocia significativamente con el grado de incorporación de los sueños: cuanto mayor es el número de elementos de los materiales aprendidos incorporados en los sueños, más fuerte es la adquisición de esos nuevos materiales en las pruebas de desempeño diurnas posteriores. Por ejemplo, De Koninck et al., 1990 encontraron que los puntajes de adquisición de un segundo idioma se predecían mediante una mayor frecuencia de sueños que incorporaban elementos (palabras, frases, etc.) del segundo idioma en el contenido del sueño. Wamsley et al. (2012) demostraron que aprender a dominar una tarea de navegación de laberinto virtual se asoció significativamente con la incorporación del sueño de elementos del laberinto. Mayor incorporación predijo mayor maestría. La incorporación del sueño relacionado con el aprendizaje en los sueños REM es más fuerte en la noche después y de 5 a 7 noches después del aprendizaje, reflejando los efectos del “residuo del día” y el “sueño”, respectivamente (Nielsen et al., 2004; van Rijn et al. , 2015).

La base neurobiológica de estos efectos de incorporación del sueño probablemente involucra la plasticidad sináptica dependiente del sueño y los procesos de consolidación de la memoria. Un gran número de estudios ahora han demostrado mejoras en el rendimiento diferencial (por ejemplo, desde el entrenamiento hasta la reevaluación) en una gran variedad de tareas durante un período intermedio de sueño frente a períodos de control de vigilia. Los estudios de neuroimagen humana que incorporan paradigmas de memoria dependientes del sueño sugieren que después del nuevo aprendizaje, se produce una reactivación fisiológica de las áreas del cerebro reclutadas durante el aprendizaje (Peigneux et al., 2003, 2006; Oudiette y Paller, 2013; Oudiette et al., 2013; Fogel et al., 2017). Las grabaciones de células individuales en estudios con animales han demostrado que durante el sueño hay una repetición fisiológica de la representación neuronal formada durante el aprendizaje de vigilia (por ejemplo, la exploración de un laberinto). Existe cierta evidencia de que esta repetición de representaciones neuronales de materiales aprendidos también ocurre en humanos y se refleja en el contenido de nuestros sueños (Stickgold et al., 2000; Wamsley et al., 2010; Kusse et al., 2012; Wamsley , 2014; 2018). La “reactivación de la memoria dirigida” se refiere al uso de técnicas de señalización para facilitar la reactivación y repetición de las representaciones neuronales o los recuerdos durante el sueño para promover el recuerdo posterior de esos recuerdos (por ejemplo, Cellini y Capuozzon, 2018, para revisión). Por ejemplo, reproducir palabras o sonidos seleccionados durante el sueño que se emparejaron previamente con palabras para aprender durante una fase de aprendizaje antes de que el sueño resulte en una mejor memoria de los pares de palabras después del sueño. La presentación de señales durante el sueño que previamente se habían asociado con un estímulo durante la vigilia resulta en un mejor recuerdo de ese estímulo durante las siguientes pruebas de recuerdo de vigilia. Estas técnicas se han utilizado para mejorar el rendimiento de la memoria en personas sanas y en poblaciones de pacientes. Al volver a exponer a los sujetos dormidos a olores, palabras o tonos (es decir, señales) asociados con recuerdos emocionales o neutros recién aprendidos, los recuerdos emocionales se reactivaron y se recordaron más fácilmente más adelante. Debería ser posible utilizar técnicas de reactivación dirigidas para reforzar las imágenes de sueño de material estudiado previamente. Entonces estaríamos aprovechando el poder de los sueños de una manera completamente nueva.