Hacia la medición objetiva del dolor: fibromialgia y redes cerebrales

La actividad cerebral en reposo medida por la imaginología de resonancia magnética funcional (fMRI) se asocia con dolor espontáneo en pacientes con fibromialgia, según se informó recientemente. ¿Los investigadores finalmente encontraron una herramienta verdaderamente objetiva para medir el dolor?

El Dr. Napadow parece sentirse así, como informa en la edición de este mes de "Arthritis and Rheumatism". Específicamente, "la resonancia magnética de conectividad funcional en estado de reposo es una adaptación reciente de la fMRI que puede ser prometedora para la evaluación de asociaciones de dolor funcional espontáneo con actividad específica de la red cerebral".

Los investigadores intentaron establecer el grado de conectividad dentro de múltiples redes cerebrales en pacientes con fibromialgia. Luego buscaron cualquier correlación entre la actividad de la red y el dolor espontáneo.

Hubo un total de 36 sujetos en este estudio: 18 pacientes con fibromialgia y 18 sujetos sanos emparejados por edad. Cada sujeto fue evaluado para la conectividad en reposo (intrínseco) en tres redes cerebrales:
1. La red de modo predeterminado (DMN), que está más activa en reposo; está desactivado durante la ejecución de tareas enfocadas externamente.
2. La red de atención ejecutiva (EAN), que está involucrada con el procesamiento de la memoria y el mantenimiento de la atención.
3. La red visual medial, que fue el "control" en este estudio; está involucrado en el procesamiento de la información visual.

Se encontró que los pacientes con fibromialgia tenían una mayor conectividad en el DMN y el EAN correcto, y una mayor conectividad entre el DMN y la corteza insular, la parte del cerebro que procesa el dolor evocado. Además, los investigadores encontraron un vínculo directo a las clasificaciones del dolor espontáneo autoinformado durante la exploración de MRI y el grado de conectividad correcta de EAN y DMN con la ínsula. Cuando el EAN se distrae por el dolor, puede explicar algunas de las quejas cognitivas que ofrece el paciente con fibromialgia.

Con base en esto, los investigadores concluyeron que la corteza insular parece ser un "nodo" clave en el aumento de la conectividad intrínseca en pacientes con fibromialgia. Existe evidencia de conectividad intrínseca interrumpida dentro de redes cerebrales múltiples en pacientes con fibromialgia. Quizás estamos todos un paso más cerca del descubrimiento definitivo de los "correlatos neurales del dolor clínico espontáneo".

Investigaciones previas habían demostrado que los pacientes con fibromialgia sienten una cantidad determinada de dolor más intensamente que los controles sanos. Este estudio reciente fue novedoso ya que las respuestas al dolor se midieron en "reposo" y sin exposición a estímulos dolorosos.

Los reumatólogos y aquellos a quienes se les ha asignado la tarea médico legal de evaluar el deterioro siempre han tenido problemas para traducir el sufrimiento humano en una hoja de cálculo. En última instancia, los prejuicios, las inclinaciones y las creencias se aplican a la determinación del grado de dolor que sufre un individuo determinado. La lesión en la fibromialgia siempre ha estado en los ojos, y a merced, del espectador.

¿Alguna vez estaremos listos para intercambiar puntos delicados (y, por desgracia, fabulosos) por conectividad intrínseca? Quizás más tiempo y más investigaciones algún día respondan esa pregunta.