Intimidad e Internet: citas a través de la computadora

Las citas en línea se utilizan ampliamente para la conexión social en un mundo de soledad.

En este mundo de alta tecnología y, a veces, frenético, muchas personas se sienten solas y anhelan conexiones significativas con los demás.

Citas siempre fue una forma de superar la soledad facilitando reuniones y relaciones. Todos recordamos nuestras propias experiencias de citas, que disfrutamos (cálidas o amorosas) o soportadas (incómodas o embarazosas). Pero ese venerable ritual “pas de deux” ha cambiado dramáticamente en las últimas dos décadas.

Mientras que las personas siguen participando en citas tradicionales, la nueva norma dominante son las citas en línea (cyber-courting), que brindan (o prometen) innumerables oportunidades para conocer a las parejas deseadas y deseables.

Ahora hay millones de usuarios en línea en todo el mundo que van desde los 18 (o menos) y los 80 (o más). Forman parte de adolescentes y adultos jóvenes, de mediana edad y ancianos, viudas y viudos, nunca casados ​​y divorciados.

Sabemos que la comunicación por computadora no es un sustituto para las conversaciones cara a cara. Los matices y los significados, incluso las expresiones faciales a través de Skype, a menudo se “pierden en la traducción”. Si bien Internet ha facilitado las transacciones comerciales, ha disminuido las discusiones significativas y las relaciones “Yo-Tú”. Hoy en día, uno podría chatear en línea con el “mundo entero”, pero tener pocos lazos íntimos.

Citas, que una vez fue una experiencia bastante sencilla, se ha convertido en algo parecido a navegar en un bote difícil de manejar en aguas turbulentas e inexploradas. Si bien todavía se experimentan anticipación y emoción positivas, ahora hay más escenarios desconocidos, a veces llenos de advertencias y temores.

Existe un grado de vulnerabilidad y soledad que subyace en gran parte de las citas en línea. Atrae a personas con motivaciones variadas a sitios muy diversos, todos ellos que buscan satisfacer sus impulsos, sueños o esperanzas. Los sitios pueden centrarse en el romance, los encuentros sexuales (“conexiones”), la compañía platónica, las relaciones íntimas, el matrimonio, las discusiones serias, los fetiches inusuales, las especificidades de género, las relaciones a largo plazo con o sin monogamia, y la edad específica, étnica, y las preferencias raciales. (Los ejemplos incluyen Tinder, Match, Bumble, Zoosk, Elite Singles, eHarmony, Black People Meet, J-Date, Asia Meets y Single Parent).

Algunos denuncian citas en línea debido al anonimato inherente de internet. Citan contribuciones a la inmoralidad o informes de daños perpetrados por socios putativos. Si bien esto puede ocurrir, afortunadamente son una proporción minúscula de los inmensos números que utilizan estos sitios.

Los riesgos no se limitan a las citas en línea: también existen peligros de explotación en las citas tradicionales. ¡Reunirse en un bar bajo la influencia del alcohol no es exactamente una herramienta de detección confiable!

Lo que sobresale de todos los participantes es la precaución y la vigilancia. Los pasos preliminares deben involucrar la familiarización con el sitio de citas, incluida su reputación, confiabilidad e historia, así como con el “solicitante” de citas. Las conversaciones telefónicas de detección proporcionan respuestas a las preguntas pertinentes, y las reuniones preliminares sirven para propósitos de atracción, comodidad y seguridad. .

Las personas que buscan detener esta tendencia llegan demasiado tarde, ya que el tren ya ha salido de la estación: el sesenta por ciento de los millennials usaron aplicaciones y sitios de citas en el último año, y más de un tercio de las bodas en este país son entre personas que se reunieron a través de La Internet.

Tendencias similares prevalecen en muchos otros países. La investigación futura determinará si existen diferencias sustanciales en la calidad y la longevidad de estas relaciones en comparación con las citas tradicionales.

Las citas en línea ofrecen algunas ventajas, siendo el más persuasivo que muchas parejas de recién casados ​​se introdujeron a través de Internet. Cyber-dating también ha abierto el “grupo” de participantes, permitiendo que personas de diversos orígenes y culturas se encuentren y se unan. Ha facilitado a las personas con ansiedad social conocer a las personas en línea de manera lenta y cuidadosa, y ha fomentado que las personas con intereses especiales conozcan a otras personas con objetivos similares.

Las pantallas pueden ser un bálsamo y un flagelo en nuestras vidas. Nuestras tabletas, computadoras, y especialmente nuestros teléfonos, son omnipresentes y tentativamente accesibles, literal y figurativamente a nuestro alcance. Mira a tu alrededor, la mayoría de las personas tienen sus teléfonos fuera, como amuletos o talismanes. O mejor aún, mírate en el espejo!

El noviazgo es obviamente una actividad social saludable e importante. Los usuarios en línea deben recibir información sobre estrategias para garantizar la seguridad y el disfrute, y los innumerables sitios de citas de Internet deben estar mucho mejor regulados. Mientras los usuarios y los sitios de Internet sean responsables, las citas serán agradables y mejorarán para la gran mayoría de los participantes.

Sin duda, las citas cibernéticas continuarán expandiéndose y prosperando, al igual que el uso de Internet para otros fines sociales. El aumento de la soledad con tristeza y alienación acompañantes también desafiará a muchas personas.

Las relaciones a largo plazo son un antídoto poderoso para la soledad y contribuyen enormemente a la calidad de vida y la satisfacción personal.

La última ironía puede ser que Internet, que de hecho ha contribuido a la “soledad tecnológica”, ahora se está utilizando en las citas en línea como su remedio.

* El autor agradece a la Sra. HannaMei Levine por su ayuda y sabiduría al escribir esta columna.