Hoy, The New York Times anunció que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de la administración de Trump está considerando definir el género como una “condición biológica e inmutable determinada por los genitales al momento del nacimiento”. En una nota del departamento, el DHHS propuso que las agencias gubernamentales adopten una definición de El género que se determina “sobre una base biológica clara, basada en la ciencia, objetivo y administrable”. Esto es problemático por varias razones. En primer lugar, tergiversa el concepto de género. En segundo lugar, utiliza una definición muy estrecha y mal informada del sexo asignado al nacer. En tercer lugar, reduce significativamente el alcance y el impacto potencial de las protecciones de los derechos civiles.
Los autores de este memo son términos y conceptos poco informados o mal utilizados que generalmente son aceptados por los miembros más activos de la comunidad académica que investigan el sexo y el género. Lo que quiero decir es que esta nota no reconoce varios puntos importantes que han sido bien establecidos por los investigadores en muchas disciplinas, como la psicología, sociología, psiquiatría, endocrinología, pediatría y biología, por nombrar algunas.
Esta publicación de blog anterior proporciona más información sobre las diferencias entre sexo y género. El memo continúa declarando: “El sexo que figura en el certificado de nacimiento de una persona, tal como se emitió originalmente, constituirá una prueba definitiva del sexo de una persona a menos que sea refutado por pruebas genéticas confiables”. Se permitirá la protección del prolongado proceso médico y luego burocrático de la modificación de su documentación legal. Sin embargo, aquellos que no lo hagan quedarán vulnerables a la discriminación que será respaldada por el estado.
Las leyes de derechos civiles fueron diseñadas y aprobadas para garantizar la protección igualitaria de la ley para todas las personas y para tratar de corregir la discriminación histórica contra los grupos que no han disfrutado de estas protecciones debido a la historia de nuestra nación de exclusión sistemática de personas de color, mujeres, inmigrantes, etc. De los plenos derechos y protecciones de vivir en una sociedad democrática. Esta reducción de la protección de los derechos civiles, que en su superficie afecta a un pequeño porcentaje de la población, en realidad nos perjudica a todos. Crea un precedente para limitar el alcance de las leyes de derechos civiles a ciertos grupos de personas en lugar de usarlas para abordar el problema de la discriminación en todas las formas en que puede manifestarse. Espero que podamos elevar las voces y la influencia de los miembros de la comunidad académica que estudian el sexo y el género para ayudar a corregir estos errores antes de que se conviertan en una política federal.
Para más información, por favor vea mi post de seguimiento aquí.
Referencias
Fausto-Sterling, A. (2000) Sexing the Body: Políticas de género y la construcción de la sexualidad. Libros básicos.
Meyer, E. (2010) Género y diversidad sexual en las escuelas. Springer: Nueva York.