La prescripción excesiva de antidepresivos se ha vuelto simplemente ridícula

Acabo de leer un nuevo estudio en el Journal of Clinical Psychiatry que me sugiere que el problema de la prescripción excesiva de antidepresivos es peor de lo que pensaba.

Pagura y sus colegas analizaron los datos de Collaborative Psychiatric Epidemiologic Surveys (N = 20,013), una muestra representativa representativa a nivel nacional de adultos residentes en la comunidad en los Estados Unidos. Los autores estaban interesados ​​en examinar la prevalencia del uso de antidepresivos y en determinar los diagnósticos psiquiátricos de quienes recibieron antidepresivos.

Los antidepresivos se usan para una variedad de problemas psiquiátricos, en la mayoría de los casos con cierta eficacia. Los antidepresivos se usan comúnmente para tratar el trastorno obsesivo compulsivo, los trastornos de la alimentación y las afecciones del dolor crónico. También se usan obviamente para la depresión, aunque algunos datos arrojan dudas sobre la eficacia de los antidepresivos para personas con depresión leve.

Ciertamente, uno podría cuestionar qué significa que un fármaco se llame antidepresivo cuando se usa para tratar una amplia variedad de afecciones (y muchas personas lo han hecho). Y también se podría cuestionar si los antidepresivos se usan en exceso en el tratamiento de la depresión (y nuevamente muchas personas lo han hecho), argumentando que los tratamientos psicológicos funcionan igual de bien para la mayoría de los pacientes y sin efectos secundarios problemáticos.

Pero hay un hallazgo notable en la nueva encuesta que plantea una pregunta completamente nueva: de las más de 1400 personas que tomaron un antidepresivo en el último año, más de una cuarta parte no cumplió con los criterios para cualquier diagnóstico de por vida evaluado. ¿Quiénes son estas personas que toman antidepresivos en ausencia de un diagnóstico de por vida? Solían ser mayores, blancos y femeninos, y tenían más probabilidades de que los médicos de familia u otros médicos les hubieran recetado estos medicamentos en lugar de psiquiatras.

Es interesante observar que este estudio fue recogido por varios medios de comunicación como Slate y CBS. Todas las historias que vi estropearon el resultado principal. Las historias informaban que los médicos estaban dando antidepresivos a personas que no estaban deprimidas (y cuestionaron la sabiduría de tal práctica). En realidad, el resultado es mucho más dramático: la encuesta descubrió que los antidepresivos se recetan de forma rutinaria a personas que no tienen antecedentes de * ningún * diagnóstico psiquiátrico. Eso significa que no hay antecedentes de depresión, pero también significa que no hay antecedentes de ansiedad diagnosticable, trastorno alimentario ni ninguna de las condiciones habituales en que los antidepresivos pueden prescribirse legítimamente. Por lo tanto, llego a la conclusión de que en los Estados Unidos, al menos, la prescripción excesiva de antidepresivos ha alcanzado proporciones ridículas.

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