Las crónicas de la felicidad III: ¿El estado aumenta la felicidad?

"Los mendigos no envidian a los millonarios, pero por supuesto envidian a otros mendigos que tienen más éxito".

-Bertrand Russell (1930)

Esta es la parte final de una serie de tres partes sobre la ciencia de la felicidad. En la Parte I, discutí algunos escollos para buscar la felicidad. En la Parte II, sugerí que el dinero no compra felicidad, a menos que se gaste en otros. En la Parte III, analizo nuevas investigaciones que sugieren que tener un alto estatus podría mejorar la felicidad. Esta publicación apareció anteriormente en mi blog, Psych Your Mind.

 

Las personas (algunas más que otras) pueden ser consumidas por la búsqueda del estatus social en sus vidas cotidianas. Las personas luchan por el reconocimiento de sus pares, luchan por la libertad y la autonomía en sus trabajos, y buscan dinero y educación para ascender en la escala socioeconómica. Algunos investigadores sugieren que la búsqueda del estado es una motivación humana fundamental, y es un determinante primario del acceso de un individuo a los recursos grupales relacionados con la supervivencia (p. Ej., Alimento y refugio). Pero, si la búsqueda del estatus social es realmente fundamental para la vida social humana, ¿qué significa esta búsqueda para nuestra felicidad y bienestar?

Algunas investigaciones sugieren que el estado realmente no nos ayuda mucho, en términos de felicidad. Por ejemplo, las personas que tienden a valorar los componentes de alto estatus social (por ejemplo, riqueza y posesiones materiales) tienden a sentir una felicidad reducida en relación con sus pares (Kasser y Ryan, 1993). Además, hay un cuerpo de investigación grande y creciente (en todos los continentes y países) que sugiere que tener un ingreso más alto solo predice débilmente una mayor felicidad. En las palabras inmortales de Notorious BIG, "El dinero del mes que encontramos, los problemas que vemos".

Si bien no cuestiono el mérito de esta investigación, especialmente dado que estas conclusiones se extraen utilizando muestras de datos muy diversas, las conclusiones se limitan a un tipo específico de estatus: la posesión de riqueza y opulencia. Quizás otra forma de estatus social puede proporcionar un impulso duradero a la felicidad de una persona.

En una nueva investigación, Cameron Anderson, profesor de Haas School of Business en UC Berkeley, y sus colegas examinaron la influencia del estado sociométrico, el respeto y la admiración de uno en los grupos sociales cara a cara, y su relación con la felicidad. Anderson y sus colegas razonaron que mientras que las personas pueden acostumbrarse a los cambios en la riqueza o envidiar a otros con más riqueza que ellos mismos (por ejemplo, Warren Buffett), ser respetado localmente por sus pares debería proporcionar una serie de beneficios sociales que el dinero no. Por ejemplo, el respeto en el trabajo puede significar que las ideas de un individuo son valoradas por los compañeros de trabajo, que los colegas aprecian los esfuerzos y que se les puede otorgar mayor autonomía y libertad.

En cuatro estudios, Anderson y sus colegas encontraron apoyo para la asociación entre el respeto y la felicidad. En un estudio, los estudiantes de hermandades, fraternidades y grupos ROTC calificaron cuánto respetaban a cada uno de sus pares, junto con su bienestar subjetivo (evaluado al aceptar declaraciones como "Mi vida está cerca de mi ideal"). Los estudiantes que fueron respetados por sus compañeros tienden a reportar niveles más altos de bienestar subjetivo en relación con sus pares menos respetados. En un segundo estudio, los estudiantes de MBA en Haas Business School calificaron su respeto y su bienestar subjetivo en UC Berkeley, y un año después cuando ingresaron en el mercado de trabajo. Los nuevos MBAs que reportaron altos niveles de respeto en el trabajo tendieron a sentirse más altos en el bienestar subjetivo al final del año, y los cambios en los ingresos no explicaron este aumento en el bienestar.

Parece, en base a esta investigación, que algunas formas de estado realmente aumentan la felicidad. En particular, ser respetado por los compañeros parece hacer que la vida se sienta más significativa de maneras en que el dinero no puede. Por supuesto, se necesita más investigación, pero este estudio inicial es un primer paso importante para ayudar a las personas a comprender los tipos de actividades que probablemente aumentarán la felicidad. ¿Quizás deberíamos prestar más atención a las condiciones del entorno de trabajo que nos rodea y menos atención a nuestros cheques de pago?

¿Sientes respeto en tu trabajo y eso te hace feliz? ¿Alguna vez rechazó más dinero para permanecer en un trabajo con un ambiente de trabajo lleno de respeto? ¿Cómo fueron esas decisiones para ti?

Anderson C, Kraus MW, Galinsky AD y Keltner D (2012). El Efecto de Escalera Local: Estado Social y Bienestar Subjetivo. PMID de ciencia psicológica: 22653798