Lo que "mi hijo no cooperará" Realmente significa

El cumplimiento no es una palabra de cuatro letras

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¡Cuántas veces has escuchado a los padres decir: "¡Mi hijo no hará lo que le pido que haga! ¡Simplemente no cooperará!

La gente a menudo usa el término "cooperar" cuando realmente quieren decir "cumplir". Cooperación significa cooperar: "co" significa "juntos"; "Operar" significa "actuar". "Cooperar" significa "actuar juntos hacia un objetivo común". Por ejemplo, si usted y su pareja cooperan cuando establecen la mesa, trabajan para lograr el mismo objetivo: su compañero coloca los platos mientras los coloca.

El cumplimiento es diferente. Cuando me pides que cumpla, me pides que haga algo que TÚ quieras. Te cumplo; no "cumplimos juntos". Cuando le pides a tu hijo que limpie su habitación, estás pidiendo cumplimiento, no cooperación.

Y eso no es algo malo. No hay nada de malo en requerir que los niños cumplan con las solicitudes de los padres. De hecho, el cumplimiento es un primer paso necesario para la cooperación. Los niños generalmente tienen que aprender a cumplir antes de poder cooperar.

Los padres a veces sienten que exigir el cumplimiento es simplemente una forma de dominación o falta de respeto. Algunos padres sienten que hacer demandas no respeta la autonomía de sus hijos y necesitan dirigir sus propias acciones. Pero, ¿qué sucede cuando un padre no requiere cumplimiento? El padre cree que exigir el cumplimiento muestra falta de respeto por la autonomía del niño. Sin embargo, a un niño que puede rechazar la solicitud de un padre se le está enseñando que no se deben respetar los intereses de los padres.

¡Entonces, el respeto de los padres por el niño se produce a expensas del respeto del niño por el padre! Esta es una fórmula para el desastre. Primero, en lugar de producir interacciones cooperativas y armoniosas entre padres e hijos, provoca caos. Los niños aprenden a rechazar las peticiones de sus padres; los padres suplican a los niños, y luego, cuando eso falla, se enojan. Esto es exactamente lo opuesto a lo que los padres intentan cuando buscan cooperación en lugar de cumplimiento.

Segundo, si la cooperación significa trabajar juntos hacia un objetivo común, un niño que nunca aprende a cumplir nunca puede aprender a cooperar. Para cooperar, un niño debe aprender a actuar no solo en su propio nombre sino también por el bien de los demás. De esta forma, el cumplimiento es el primer paso para fomentar el cumplimiento. Solo después de que un niño aprende a cumplir, un padre puede comenzar a enseñarle a los niños cómo participar en el intercambio de interacciones genuinamente colaborativas y cooperativas.