Luchando: amenaza y daño como comunicación ineficaz

Luchando: amenaza y daño como estrategias de comunicación ineficaces

La comunicación es el vehículo que utilizamos para conectarnos con los demás. El estilo de entrega de la información transmitida identifica lo que queremos y la facilidad de obtenerlo. Este breve ensayo se centra en formas menos efectivas. El enfoque de "no hacer" es un preludio de futuros artículos sobre emocionalidad positiva y su mayor efectividad en la comunicación.

Agresión: Muestra de amenazas

La agresión es un componente central de la naturaleza humana. La lucha, ya sea ritualizada, amenazante o real, se expresa a menudo en los hombres. Las mujeres son más verbales y utilizan estilos ritualizados para lograr objetivos en lugar de métodos materialmente agresivos. Estas generalizaciones pintan la condición humana con trazos amplios, quizás demasiado simplistas. El enfoque aquí está en la emocionalidad negativa, es decir, la agresión, que no es específica del género.

Sin embargo, intentar comprender las motivaciones de las personas hace que te centres en pelear en un momento de aprendizaje.

La emoción subyacente en la lucha tiene una base en la hostilidad. La agresividad hostil es la expresión de la intención de dañar o atacar. El lenguaje y las acciones, en diversos grados, usan la agresión para lograr los objetivos deseados. El objetivo principal es obtener un recurso que se percibe como competitivo disponible.

En el curso típico de las interacciones sociales, la emocionalidad saludable utiliza diálogos comunicativos constructivos para alcanzar los objetivos. Cuando estos se perciben débiles o ineficaces, las estrategias agresivas toman el control.

Las transacciones comerciales y las negociaciones políticas usan exhibiciones ritualizadas y dinámicas para probar las aguas de ganar. Los métodos utilizados varían según el tamaño del premio y los participantes. "Más grande" en todos los niveles significa que las tácticas más enérgicas e intrincadas infunden transacciones.

Control manipulativo: el núcleo del discurso social negativo

Detrás de la agresión, la lucha y la amenaza son maniobras que la gente usa para controlar las relaciones de forma negativa. Las relaciones interpersonales, por ejemplo, matrimonio, padres e hijos, diálogos entre individuos, grupos o naciones, tienen su defecto negativo en el control manipulador. Este control o intento de cambiar a otro es el opuesto aversivo de la emocionalidad positiva que usa medios que se potencian mutuamente para lograr sus fines.

El discurso emocional negativo usa la lucha en formas como una amenaza porque el riesgo de una agresión física real provoca temores poderosos y restrictivos de daño real y posible daño irrevocable. El control manipulativo busca sumisión.

Emocionalidad positiva: la clave para un diálogo efectivo

¿Deben todas las negociaciones basarse en el control manipulativo y la sumisión?

Respuesta: No.

Entender esto es reconocer que la fuerza en la comunicación desencadena polarizaciones y, a su vez, resultados "no-win". El binario se divide en "todo lo bueno contra lo malo" son banderas rojas que detectan la falla inevitable de las divisiones polarizadas.

El resultado final: ganar es compartir. Si crees en la directriz de que "para que ganes, tu oponente también debe ganar", las motivaciones agresivas se desvanecen. Ambiciones saludables se hacen cargo. La paciencia, la pausa y la reciprocidad interactiva son decisivas y relegan la lucha a un segundo plano de habilidades menos productivas, a menudo inútiles.

Los artículos futuros discuten la emocionalidad saludable en toda su complejidad.

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Twitter: @ constantine123