Negligencia emocional: un vínculo poderoso

Actualmente estoy leyendo historias de negligencia emocional para un nuevo libro sobre cómo los niños mantienen relaciones con padres abusivos. Estos libros son increíblemente conmovedores. Las historias de negligencia emocional son historias de amor y pérdida. Son historias de apego y separación. Son historias de amor no correspondido. Son historias de anhelo contra posibilidades improbables para que un padre se despierte del sueño de la autoabsorción para mirar una vez más al niño con amor y afecto. Las historias son sueños de anhelo que nunca terminan, ni siquiera con el logro de la edad adulta ni la muerte del padre. El anhelo no conoce límites en el tiempo o el espacio. Una representación visual deslumbrante de este anhelo se encuentra en la película Inteligencia Artificial, en la que un niño mecánico, David, se vincula psicológicamente a su madre humana cuando elige activar su vida emocional. En respuesta, él la adora incondicionalmente, queriendo solo mirarla a los ojos y ver su amor por él reflejado en él. A la mitad de la película ella lo saca de su corazón y su hogar; él ya no satisface sus necesidades. Desesperado por su aceptación, grita: "Si me lo permites, seré tan real para ti". Pero ella no lo permitirá. Su corazón se ha cerrado. Después de un viaje oscuro y peligroso, David termina en una nave espacial varada en el fondo del océano, donde permanece durante 2.000 años, añorando el amor de su madre. Es ese anhelo inocente y desesperado el que se capta tan conmovedoramente en las memorias de negligencia emocional.

Al final de la película Artificial Intelligence , a David se le permite un día perfecto que construye a partir de sus deseos y deseos. En ese día él cumple su sueño de una reunión perfecta entre madre e hijo. Pasa el día a solas con su madre haciendo cosas de todos los días, como despertarse, desayunar, lavarse y vestirse. En cada acto, la madre está encantada con su hijo. Este día perfecto para David es el día perfecto para todos los niños, para ser la luz del corazón de los padres, para que ese padre haga brillar su amor sobre el niño, para que el niño complazca a los padres, y para que experimente a sí mismo como agradable a ese padre, a tener un día de momentos preciosos, dentro de cada uno una destilación pura del amor y la aceptación de los padres.

Es el anhelo del niño por el amor de los padres, especialmente por parte de un padre emocionalmente no disponible, que en parte crea la vulnerabilidad que permite que los niños sean separados por el conflicto de sus padres. Los niños a veces eligen o se ven obligados a elegir entre sus padres y, en muchos casos, eligen al padre que no está disponible de forma intermitente, no a los padres, quienes siempre han demostrado su amor por el niño. Es el miedo al abandono por parte del padre no disponible lo que a menudo conduce a la alienación de los padres. Comprender esta paradoja está en la raíz del desarrollo de la prevención y las intervenciones para los niños divorciados que están atrapados entre sus padres.