No dejes que los malos controladores arruinen tu día

¿Te molesta el conductor que te corta peligrosamente, golpea los frenos sin razón, conduce más lento o más rápido que el límite de velocidad, ejecuta la luz roja o golpea con los frenos en el amarillo, no gira a la derecha en rojo ni a la izquierda cuando la flecha está encendida, no se enciende cuando la luz se pone verde, o se balancea entre carriles mientras hablan o envían mensajes de texto en sus teléfonos. La respuesta es, por supuesto, lo eres. Sus sentimientos de frustración, ira, miedo o resentimiento son comprensibles. Sus sentimientos son una señal de advertencia de que se enfrenta a una situación difícil o peligrosa y los hechos se enfrentan exactamente a eso.

La buena noticia es que no debes desanimarte. Los malos conductores no tienen que arruinar tu día o mantenerte alejado de las carreteras. En cambio, aquí hay algunos consejos para sobrevivir a la prueba:

1. Acepte que siempre habrá conductores inseguros, irreflexivos y poco fiables en las carreteras. Decirse a sí mismo que no se le debe permitir conducir no lo hará sentir mejor. La realidad es que no deberían estar en las carreteras, pero desafortunadamente no tenemos el poder de controlar su comportamiento o expulsarlos de las calles. Pensar que no deberían estar ahí solo aumentará tu frustración y enojo. Puede reducir su frustración y enojo simplemente reemplazando su deber con un imperativo no exigente. Dite que te gustaría no estar en el camino, pero resígnate al hecho de que lo son.

2. Comprenda que pueden haberlo colocado en una situación realmente peligrosa, pero reconozca que el peligro ha pasado. Continuar insistiendo en la injusticia o el susto solo servirá para prolongar tu sufrimiento. Reconozca que el peligro o la injusticia ha pasado y en su lugar, enfoque su atención en otra cosa. Preste atención a los conductores que conducen de manera considerada y bien. Recuérdate a ti mismo de la persona que realmente te indicó el tráfico en lugar de bloquear tu entrada.

3. Tenga cuidado de no juzgar las conductas ajenas que lo llevan a exagerar el significado de las situaciones y hacerlas más personales de lo que son. ¿Supones que hicieron lo que hicieron en el camino para ponerlo en peligro deliberadamente o para retrasarlo, ponerlo nervioso, molesto o enojado? En primer lugar, considere que el conductor está ciego a los otros conductores en la carretera y, por lo tanto, trata a cualquier automóvil en su camino en términos igualmente negativos. El matón del coche va a intimidar a todos no solo a ti. En segundo lugar, tal vez haya una explicación de su manejo errático que hace que su comportamiento problemático sea comprensible, pero de ninguna manera excusable. Considere la posibilidad de que acaban de enterarse de que un ser querido fue trasladado al hospital, simplemente perdieron su trabajo, sus intestinos necesitan un baño o la guardería se está cerrando. Hay infinitas explicaciones que no se reflejan en ti. Intente darle compasión al conductor con problemas en lugar de enojarse y vea cómo eso lo ayuda.

4. Acepte que tiene 0% de control de los demás y control total de usted. Puede maximizar su seguridad y su tranquilidad conduciendo alerta, sensata y cuidadosamente. Cuantas más cosas hagas para minimizar el impacto de los otros controladores sobre ti, más seguro estarás. Es posible que desee mantener su distancia de manejo más alejada de otros automóviles, revise regularmente sus espejos y siempre trate de ser consciente de lo que sucede a su alrededor, maneje el límite de velocidad, use los intermitentes y siga las reglas. Otras estrategias que quizás desee considerar son nunca enviar mensajes de texto, usar un teléfono de mano o tocar el violín con su ipod mientras conduce. Saber que está haciendo todo lo posible para reducir su riesgo es tranquilizador y en realidad lo está haciendo más seguro.

5. Lucha contra el impulso de enseñarle a alguien una lección. Es posible que desee colocar un portón trasero en ese automóvil que acaba de cortar delante de usted, tocar el claxon, levantar el dedo medio, no dejar entrar el automóvil o encender las luces. Piénsalo bien para resistir la tentación. Nada se gana devolviéndolo. Primero, la persona a la que estás atacando puede que ni siquiera sepa que hicieron algo mal y ahora te ves como la mala persona. En segundo lugar, las represalias solo intensifican lo que ya es una situación mala y peligrosa, lo que lo hace aún más inseguro. En tercer lugar, apegarse a sus propias creencias sobre la conducción en realidad le da el poder y la paz mental. No le dé ningún poder al conductor peligroso permitiéndole obtener un comportamiento negativo de usted.

Recuerde, conducir es a menudo un desafío necesario, pero puede evitar que los conductores agresivos arruinen su día. Abra sus ventanas, disfrute de la brisa, huela los aromas de nuestro entorno, sienta la potencia del motor en sus manos, observe el paisaje, disfrute de sus canciones favoritas, pegue una sonrisa y salga preparado para no dejar que esos conductores complicados se ensucien hasta tu día!