Notar lo inusual en la educación

Todo el mundo está hablando sobre los problemas que están sucediendo en las escuelas en estos días: los estudiantes no están aprendiendo correctamente, las clases están superpobladas y los puntajes de las pruebas están en mínimos históricos. Parece que la forma en que nuestro país ha lidiado con estos problemas es dificultando las cosas: se espera que los maestros tengan aún más credenciales, las escuelas se vean obligadas a "apuntar más alto" incluso sin una capacitación adecuada, y las áreas empobrecidas ya están perdiendo actividades extra curriculares y letras.

En mi trabajo, he consultado con muchas empresas de Fortune 500 que, lo crean o no, sufrieron algunos de los mismos problemas: falta de fondos, capacitación y retención de empleados, y motivación. Muchas empresas, al igual que las escuelas, tenían ideas y valores antiguos y trataron desesperadamente de ponerlos en el aquí y ahora, creando un pensamiento "viejo" en una "nueva" industria. Por supuesto, estos ideales estaban desactualizados y ya no tenían valor, y por lo tanto no podían funcionar realmente. Lo que necesitaban era algo más actualizado, más equilibrado y más eficiente.

Hemos discutido la idea de que para tomar decisiones holísticas, debemos tomar en cuenta todos los aspectos de la toma de decisiones, no solo nuestros "habituales", sino también explorar lo nuevo, lo desconocido y lo inusual.

¿Por qué?

Bueno, veamos una compañía como Netflix como ejemplo. La capacidad de notar lo inusual también explica cómo una compañía como Blockbuster perdió la oportunidad que Netflix aprovechó y utilizó para construir un negocio multimillonario. Se necesitó una mente curiosa e imaginativa para ver cómo Internet podría remodelar la industria del alquiler de videos. Netflix creó un sistema de recomendación que aprende lo que le gusta y adapta las sugerencias de la película a sus gustos. Venció a la competencia trayendo entrega simplificada a domicilio para el observador de la película. Pero la ardiente base de seguidores se desarrolló porque Netflix facilitó un diálogo bidireccional en el que el usuario estaba en el centro y podía hacer referencias personales fácilmente. Y, curiosamente, las estadísticas muestran que a través de este enfoque, Netflix estimuló el interés por los clásicos, capacitando a las personas para ver más de lo que era nuevo. A los televidentes de Netflix se les ofrece entrega a domicilio sin cargos por pago atrasado y la posibilidad de navegar por la extensa biblioteca de la compañía. El conocimiento cinematográfico de los espectadores crece, ya que pueden encontrar fácilmente películas geniales de las que, de otro modo, nunca habrían oído hablar. Es simple, divertido y sin problemas.

Entonces, ¿qué pasa si tomamos este concepto y lo aplicamos a nuestros hijos y su educación?

Digamos que un maestro tiene una clase de 25 estudiantes. ¿Qué pasaría si, en el primer mes de la enseñanza de esos estudiantes, el docente se tomara el tiempo para que completaran una encuesta de las cosas que les gustaban y les desagradaban de la escuela, del hogar, de cualquier cosa?

Si ese maestro se tomara el tiempo para hacer una lista de todos los estudiantes y sus necesidades, tanto personales como académicas, e hiciera su objetivo satisfacer esas necesidades sin pensar en puntajes de exámenes o calificación, ¿la capacidad de los estudiantes para aprender a mejorar?

Y si ese es el caso, ¿qué pasaría si cada alumno pudiera opinar sobre pruebas y lecciones en un entorno seguro sin juicio?

¿Qué pasaría si cada maestro guardara una caja en su salón de clases, lo que le daría a los estudiantes la oportunidad de compartir cosas, desde problemas con otros compañeros de clase hasta problemas en el hogar o académicamente, sin vergüenza?

Estas ideas se consideran inusuales y poco convencionales, y sin embargo es fácil ver que con ellas se eleva la autoestima de un niño, se le da claramente el respeto. Con eso en su lugar, emerge un lugar próspero para aprender y crecer.