Oculto a la vista

Una publicación anterior en este blog se centró en encontrar su camino hacia una carrera en psicología. En respuesta, un lector preguntó sobre la definición de su camino dado que estaría trabajando en una comunidad remota. ¿Realmente estaría sirviendo a la comunidad si se especializara en un área de psicología clínica?

Las comunidades remotas presentan algunos desafíos claros para los psicólogos en cuanto a la provisión básica de servicios de salud mental, así como un tratamiento apropiado e integral para los miembros de la comunidad. Cuando se considera el término "remoto", debemos pensar más allá de una perspectiva geográfica y considerar otras dimensiones que pueden servir para aislar a una población. El lenguaje puede ser uno de esos obstáculos, sin embargo, hablar el idioma puede no ser suficiente para llegar a estos miembros del grupo. Los diferentes valores y normas culturales pueden complicar la percepción de que los servicios de salud mental son adecuados, deseables o necesarios. Los problemas de raza y clase pueden servir como construcciones sociales que relegan a los grupos marginalizados raciales y económicos del acceso a servicios terapéuticos completos. Efectivamente, estos problemas crean abismos a través de los cuales los clínicos necesitarían tender un puente para alcanzar y ser eficaces en estas comunidades.

Por lo tanto, a medida que alguien pasa por el proceso de decidir su dirección, este proceso será más desafiante con la contemplación de una comunidad remota como su población trabajadora. En estos casos, la especificidad puede no ser lo mejor para dichas comunidades. Un repertorio más amplio de experiencia terapéutica puede ser más adecuado. La mayoría de los programas de posgrado en psicología requieren que designes una especialidad que generalmente significa la selección de una dirección de investigación en una enfermedad mental específica como el autismo o la depresión. Sin embargo, para aquellos que eligen trabajar con comunidades remotas, puede ser un mejor curso de acción seleccionar un segmento de la población general, como adolescentes, niños o parejas, y luego adaptar su educación a los problemas de salud mental de estas poblaciones. Ciertamente, no abordará todas las necesidades de estas comunidades, pero puede ayudar a crear una red más amplia de servicios terapéuticos. Esta expansión de su base de conocimiento más allá de los parámetros de una especialidad permitirá anticipar y abordar mejor las posibles necesidades terapéuticas de las comunidades remotas.

Como psicólogos clínicos, existen soluciones adicionales que continuarían facilitando el tratamiento de salud mental para estas comunidades. El desarrollo de una mejor comprensión sobre las culturas, los valores y las normas sociales, así como los ideales religiosos, ayudaría a incidir en las comunidades remotas. A medida que crece la familiaridad, esto puede provocar la voluntad de un profesional para modificar la terapia o crear planes de tratamiento culturalmente sensibles. Además, el contacto puede ayudar en la educación de la comunidad sobre el tratamiento de salud mental, lo que a su vez puede ayudar a romper algunos conceptos erróneos sobre dichos servicios. La paciencia, la honestidad, la sensibilidad y la voluntad pueden funcionar para construir puentes en comunidades remotas. Lo que a primera vista puede parecer un desafío profesional, en realidad puede ser la oportunidad de una vida.