Para criar a los hijos morales, enseñar ficción literaria

Tengo creencias y deseos. Pero, ¿cómo sé que lo haces o que esas creencias y deseos pueden ser diferentes a los míos?

La capacidad de comprender que los demás tienen vidas subjetivas propias se conoce como teoría de la mente, una habilidad que es crítica para la vida ética. Reconocer la vida interior de los demás va al corazón de una vida respetuosa.

Un método para mejorar la capacidad de comprender los estados mentales de los demás es a través de la ficción literaria (https://www.sciencemag.org/content/342/6156/377.short). La ficción literaria se centra más en los personajes que en la trama y, en general, es compleja. Los psicólogos David Kidd y Emanuele Castano descubrieron que aquellos sujetos a los que se les daba ficción literaria tenían un mejor desempeño en las pruebas afectivas de la Teoría de la mente y la Teoría cognitiva de la mente que aquellos expuestos a la ficción popular y la lectura no ficticia.

Este estudio es consistente con la visión de la historiadora Lynn Hunt, quien, en Inventing Human Rights, sostiene que los derechos humanos ganaron terreno en Europa con la difusión de la novela. A través de la literatura, argumenta, los lectores adquirieron el conocimiento de que las personas a diferencia de ellos (los campesinos y los sirvientes, en particular) también sufrían. Ellos, también, eran seres humanos.

Si las escuelas se toman en serio la crianza de niños morales, entonces se debe prestar atención a la ficción literaria. Una educación moral es menos de la mitad de completa sin exposición a las vidas subjetivas de los demás y leer buena ficción es una excelente manera de comprender los estados mentales de los demás.

La ficción que atrae a la vida interior de los demás, una historia que le permite ver y sentir el mundo a través de los ojos es una inversión tan buena en el futuro de la sociedad como lo son las otras materias, como ciencia y matemática, que todos reconocen como indispensable para una educación adecuada.