Por qué comes de noche y cómo parar

La gente a menudo dice que su metabolismo se ralentiza durante la noche, o que todo lo que come después de una determinada hora "se convierte en grasa". Eso está mal. El problema es que las personas que comen tarde comen más.

¿Sueles aspirar tentempiés a altas horas de la noche, pero sigues insatisfecho? Algunas investigaciones ayudan a explicar por qué.

Los científicos mostraron a las mujeres que usan equipos de escaneo cerebral instantáneas de alimentos bajos en calorías -verduras, pescado, frutas- y tentadores alimentos prohibidos-dulces, helados. La comida alta en calorías provocó un aumento mayor en la actividad cerebral asociada con las recompensas. ¡En serio! Pero el estudio trajo noticias: esos picos fueron mucho menos durante la noche.

"Pensamos que las respuestas serían mayores por la noche porque tendemos a consumir en exceso más tarde en el día", dijo en un comunicado el profesor de ciencias del ejercicio y coautor del estudio, Lance Davidson. "Pero solo saber que el cerebro responde de manera diferente en diferentes momentos del día podría tener implicaciones para comer".

El estudio también encontró que los participantes estaban más obsesionados con la comida por la noche, incluso si no estaban especialmente hambrientos, tal vez porque seguían buscando el pico de recompensa.

Comer en la noche acumulará kilos. En un estudio, los investigadores encontraron que los comedores nocturnos comían aproximadamente 300 calorías más cada día. En un seguimiento de tres años más tarde, los comedores nocturnos habían ganado 14 libras, en promedio. Las personas que no comían hasta altas horas de la noche habían ganado solo 4 libras.

Para evitar ese resultado, considere estos consejos para controlar el consumo nocturno:

No mire películas de acción por la noche, al menos no con comida cerca. En un estudio reciente, las personas comieron el doble de comida viendo una película de acción que otro grupo que participó en un programa de entrevistas.

Especialmente si también tiene cero apetito por la mañana, es posible que tenga una afección llamada "síndrome de alimentación nocturna", que es más común entre los obesos y las personas con ansiedad y depresión. En un estudio bien conocido, los que comen la noche consumen el 56 por ciento de sus calorías diarias por la noche y se despiertan casi cuatro veces. El patrón típico: un viaje al baño seguido de una visita a la nevera. Busque ayuda: el problema ha sido tratado con el antidepresivo Zoloft y la exposición a la luz solar. La terapia cognitiva conductual también puede funcionar, según algunas investigaciones.

Mantenga los alimentos excesivos fuera de la casa. Evitar la tentación es una estrategia clave de autocontrol.

Asegúrate de dormir lo suficiente. La fatiga y la falta de sueño se asocian con la obesidad en todo el mundo, según muestran muchas investigaciones.

Aumente la fibra y la proteína en su cena, para que se sienta satisfecho.

Siempre coma sentado en la mesa de la cocina o el comedor, no en el sofá o en la cama mientras hace otra cosa.

No te mueras de hambre, de día o de noche. Si está realmente hambriento por la noche, coma un refrigerio saludable (tal vez cereal) en lugar de comer las comidas prohibidas. Deja de comer cuando estés ligeramente satisfecho, no relleno.

Si está despertando de ansiedad, lleno de pensamientos repetitivos, intente escribir sus sentimientos. Solo asegúrate de no darte una paliza; en lugar de eso, muéstrate el mismo tipo de compasión que le darías a un amigo querido.

Si has tenido un día o una tarde frustrante y te apetece una golosina, adelante y recompénsate, pero no con la comida. Planee con anticipación haciendo una lista de indulgencias no alimentarias. Tome un baño caliente, ponga música favorita, llame a un amigo, planifique unas vacaciones o invite a su pareja a intercambiar masajes u otro placer.

Una versión de esta historia apareció en Your Care Everywhere.