Por qué la vida fuera del tiempo nos vuelve impotentes

La historia de Deborah Wearing es tan poderosa que mi piel de gallina lloró cuando la leí. Su esposo, Clive, perdió la memoria luego de contraer un virus que destruyó partes de su cerebro. Él solo vive en el ahora sin un recuerdo funcional de cualquier cosa que haya sucedido antes que él. Al igual que los pacientes con Alzheimer cuyo hipocampo responsable del aprendizaje y el mal funcionamiento de la memoria a largo plazo, no recuerda lo que sucedió solo tres minutos antes. Milagrosamente, él recuerda a su esposa y se deleita cada vez que la ve. Desde 1985 él ha vivido de esta manera. Deborah se divorció de él, luego se volvió a casar con él una década más tarde. Después de veinticinco años, ha podido condicionarse a sí mismo para comprender su situación. Su vida es un ejemplo de lo impotente que siempre puede ser estar en el ahora.

Si bien Eckhart Tolle sugiere con razón que adoptamos el Poder del Ahora, se basa en la suposición de que tenemos un pasado y, muy probablemente, un futuro al que podemos referirnos mientras navegamos por la vida. Somos seres humanos con una historia. Es lo que nos hace incrustados en esta cosa llamada tiempo.

¿Imagina no tener tiempo como amigo? ¡Imagina vivir en un estado sin tiempo! Son historias como estas que nos recuerdan lo poderoso que puede ser el tiempo para nosotros. Nos da una semblencia de estructura. Es la red de seguridad que nos permite saber dónde estamos, incluso si nos sentimos perdidos.

El tiempo está a nuestro lado. La esposa de Clive es suya. Es una historia de amor verdadero y de lo que significa ser un traductor de tiempo para aquellos a quienes el tiempo no significa nada.