Por qué la voz de un tramposo puede regalarlos

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Fuente: Tim Gray / Shutterstock

La monogamia a largo plazo es considerada por muchos como la forma ideal de relación. Sin embargo, las investigaciones muestran que a la mayoría también le resulta difícil apegarse a un compañero. Tanto hombres como mujeres prefieren aparearse con alguien que esté menos inclinado a hacer trampa, pero ¿podemos juzgar si un posible compañero alguna vez ha hecho trampa?

Dos psicólogos estadounidenses recientemente intentaron responder a esta pregunta. Susan Hughes y Marissa Harrison registraron a hombres y mujeres leyendo los números del 1 al 10. La mitad de estos voluntarios había admitido haber tenido relaciones sexuales con alguien que no era su pareja principal; la otra mitad de los voluntarios afirmó que nunca lo hizo. Si podemos suponer que todos los participantes estaban diciendo la verdad, Hughes y Harrison ahora tenían un conjunto de grabaciones de tramposos y no tramposos.

Luego, un segundo grupo de voluntarios escuchó las grabaciones de voz y calificó la probabilidad de que cada hablante haya engañado a su pareja. Los voluntarios usaron una escala de 10 puntos, en la que 1 = nada probable de haber engañado y 10 = muy probablemente haber hecho trampa.

Los resultados del estudio mostraron que, en realidad, los tramposos eran más propensos a la infidelidad que los no tramposos. Basados ​​solamente en la voz, los voluntarios identificaron con éxito a los tramposos y no engañadores.

Usted se estará preguntando si los tramposos y los no tramposos difieren de alguna otra manera que su infidelidad pasada. Quizás las personas más atractivas son más propensas a hacer trampa porque tienen más oportunidades. Si esto es cierto, podría ser que los oyentes están haciendo un juicio de atractivo. Pero esto es poco probable aquí, porque los investigadores controlaron el atractivo de sus hablantes: los grupos tramposo y no tramposo incluyeron personas que combinaban con el atractivo vocal, altura de la voz, altura, peso, forma del cuerpo y diversos aspectos de la experiencia sexual, tales como como el número total de socios anteriores. Los oyentes estaban claramente basando sus juicios en otra cosa. ¿Pero que?

Hughes y Harrison especulan que podría reducirse a las características del discurso que no midieron. Por ejemplo, los hombres muy masculinos, que son más propensos a hacer trampa, tienden a hablar con menos claridad que los hombres más femeninos. Extrovertidos, también más propensos a hacer trampa, hablan con menos pausas y varían el tono de voz con más frecuencia.

Todavía no está claro cómo detectar la infidelidad del habla. Lo que sí sabemos es que la voz de un tramposo cuenta una historia que su pareja puede no desear escuchar.

Para ver una versión de audio de esta historia, consulte el episodio del 29 de agosto de 2017 de The Psychology of Attractiveness Podcast.

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