Por qué los clientes sonríen cuando hablan de trauma – Parte 2

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La semana pasada, planteé un punto sobre una ocurrencia común que ocurre cuando los clientes están divulgando recuerdos traumáticos en la terapia. A pesar del hecho de que comparten experiencias que afectan profundamente la autoestima, la seguridad, la confianza, los límites y la traición del apego seguro, a menudo hablan sobre su trauma, abuso o descuido mientras sonríen o incluso se ríen. Sugerí que esta desconexión entre las palabras y las emociones a menudo es representativa de problemas más profundos que deben identificarse con delicadeza, desempaquetarse y abordarse durante la sesión. Aquí hay algunas posibilidades adicionales a seguir:

La sonrisa es una forma de evitar la compasión o la empatía de un terapeuta.
Cuando los clientes revelan algo trágico sin el efecto apropiado, el mensaje fuerte para los terapeutas es "No tomes en serio mi dolor". Este puede ser un intento consciente o inconsciente de evitar las respuestas compasivas que les resultan desconocidas e incómodas a los sobrevivientes. Esto es particularmente cierto para los sobrevivientes que carecían de empatía y comodidad en la infancia. Las palabras bondadosas pueden interpretarse erróneamente como "lástima", crean sospechas y ponen en tela de juicio los motivos más profundos de los terapeutas, o hacen que los clientes se sientan demasiado vulnerables.

La risa dice que su trauma no es importante porque no son importantes.
Algunos sobrevivientes usan la risa para desviarse de una exploración más profunda de sus experiencias porque no se sienten dignos de ese enfoque. Rogar o sonreír es una forma de decir: "Avancemos y hablemos de otra cosa". Muchos sobrevivientes no tienen suficiente fortaleza del ego o autoestima para confiar en que merecen orientación, atención y validación.

Sonreír es una manera de comunicar que no tienen las herramientas para manejar las emociones "negativas".
Aunque muchos clientes no hablan abiertamente de ello, muchos de ellos están ansiosos y temerosos de que si sus sentimientos salen a la superficie no sabrán cómo navegar y valorarlos de manera efectiva. En este caso, la sonrisa es una estrategia de afrontamiento creativa que marca el ritmo de manera inconsciente. También es un recordatorio importante para los terapeutas de que sus clientes requieren más recursos para la regulación del afecto antes de que puedan avanzar con el trabajo de recuperación del trauma.

Sonreír es una forma de "proteger" a los terapeutas.
Muchos clientes se sienten protectores de los sentimientos de sus terapeutas y les preocupa que compartir sus experiencias traumáticas pueda abrumar, asustar o disgustar a sus terapeutas. Al minimizar su dolor, intentan minimizar el malestar que creen que están causando. Reír al contar algo doloroso dice: "Estoy bien, no tienes que cuidarme". En cambio, los clientes están tratando de cuidar a sus terapeutas.

En mi experiencia, cuando los terapeutas invitan a los clientes a notar expresiones emocionales que parecen estar fuera de sincronía con sus narrativas, crea una oportunidad para que los clientes se reconecten con la tristeza genuina, la ira y cualquier otro sentimiento legítimo que evoque el trauma.

¿Qué has descubierto al trabajar con clientes que sonríen cuando comparten su trauma?

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