¿Por qué pensar acerca de la ética?

Dado que este blog está dedicado a discutir cuestiones morales, una pregunta natural sería, ¿por qué hacerlo? Los siguientes pensamientos no pretenden ser exhaustivos, pero son algunas de las cosas que me vienen a la mente.

En primer lugar, en nuestra cultura, las personas tienden a prestar más atención a los sentimientos acerca de la moralidad que al pensamiento reflexivo sobre la moralidad, y esto puede tener consecuencias personales, sociales y políticas perjudiciales. Puedo sentir con fuerza que estoy justificado para responder enojado a lo que alguien dijo o hizo, pero puedo estar equivocado al respecto. Actuar fuera de la emoción puede dañar una relación, tal vez de una manera profunda. O podría sentir que algo está mal, pero esto podría basarse en algo además de la verdad. Los sentimientos son importantes y quizás contengan juicios de valor, pero no son un sustituto de la reflexión racional. Dependemos demasiado de nuestras agallas, en lugar de nuestras mentes, cuando tratamos con la ética.

En segundo lugar, algunas de las preguntas más interesantes e importantes de la vida son preguntas morales: aborto, eutanasia, acción afirmativa, deberes de los padres, definición de la verdadera felicidad y naturaleza de la virtud, por nombrar algunos, y si queremos vivir bien. Como individuos y como comunidades, debemos reflexionar sobre estos temas para aplicar el fruto de nuestras reflexiones a nuestras vidas. Esta es la razón por la cual una educación (tanto formal como informal) en humanidades es importante, ya que puede ayudarnos de esta y otras maneras.

Tercero, si bien no podemos llegar a un acuerdo sobre lo correcto y lo incorrecto, aún podemos progresar. Un aspecto importante de dicho progreso ocurre en el nivel individual. El estudiante de ética puede progresar en la comprensión de cuestiones importantes, en lugar de ser engañado por argumentos que fallan tras una inspección más cercana. Saber que un argumento en particular no es sólido es valioso, y vale la pena el esfuerzo que justificadamente se necesita para llegar a tal conclusión. Incluso si otros no están de acuerdo con ella, ella todavía ha progresado. La falta de acuerdo no implica que ella esté equivocada (aunque puede ser así). En cualquier caso, este tipo de progreso es importante porque aumenta nuestro inventario de creencias verdaderas, que es intrínseca e instrumentalmente valioso. Es decir, tener más creencias verdaderas es bueno en sí mismo, y es bueno para ayudarnos a lograr otras cosas valiosas en la vida.

Finalmente, pensar y hablar con otros sobre cuestiones morales es simplemente una buena diversión. O al menos eso creo.

Sigueme en Twitter.