¿Puede el aislamiento ser la nueva forma de potenciar la colaboración?

Las interrupciones intermitentes del equipo pueden mejorar la inteligencia colectiva.

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Mira a tu alrededor, está en todas partes: la oficina abierta. Todo comenzó con ese amplio formato de oficina con las sillas y la barra de café. Acabar con las oficinas tradicionales (o debería decir silos), parece ser una manera de construir el “colaborativo” y de impulsar la productividad y la innovación. Bueno, parece que trabajar desde casa, arreglar el horario de oficina y eliminar la puerta de la oficina puede ser una muy mala idea. En una perspectiva reciente sobre este dilema de trabajo contemporáneo, vemos cómo la ciencia confirma que las oficinas de planta abierta pueden ser la idea más importante que realmente destruye la innovación. Estos datos muestran que a las personas les gusta “cerrar la puerta” y trabajar. Y el ajetreo del compromiso no siempre se manifiesta en ese entorno robusto y colaborativo para cambiar el mundo. A veces, la gente solo necesita un poco de espacio.

Y ahora, hay razón para arrojar combustible al fuego.

Un nuevo estudio publicado en las Actas de la Academia de Ciencias de la Nación analiza qué sucede cuando las personas interactúan e influyen entre sí mientras resuelven problemas complejos. En esencia, el estudio examinó más de cerca el mandato de colaboración de hoy que vive en declaraciones de misión, fábricas y salas de juntas en todo el mundo.

Muchos esfuerzos humanos, desde equipos y organizaciones hasta multitudes y democracias, se basan en resolver los problemas colectivamente. Investigaciones anteriores han demostrado que cuando las personas interactúan e influyen entre sí mientras resuelven problemas complejos, el rendimiento promedio del grupo en la resolución de problemas aumenta, pero la mejor solución del grupo en realidad disminuye en calidad.

La cantidad aumenta, pero la calidad disminuye.

Los autores encontraron que cuando la influencia social es intermitente, mejora el promedio, al tiempo que mantiene un alto rendimiento máximo. En otras palabras, la unidad implacable en el entorno de la oficina o incluso el hackathon de alta presión pueden ser parte de la solución y el problema en la unidad de innovación de hoy. Tal vez la “comodidad” del grupo facilita una dinámica intelectual más pasiva en la que el “pensamiento grupal” no proporciona un análisis más profundo y enfocado. La interrupción del proceso en sí, y la “introspección” y la “percolación” asociadas pueden ayudar a estructurar y formar el pensamiento en ideas viables.

La tecnología, como herramienta de colaboración, no ayudó.

Interesante, los autores también observaron cómo almacenar las mejores soluciones de los sujetos utilizando el software de productividad comúnmente disponible para ver si la continuidad electrónica de una idea, recordada o modificada, sería ventajosa. El resultado es similar a la influencia social constante: aumenta el rendimiento medio pero disminuye la exploración.

Date un descanso.

La realidad parece ser que la búsqueda de una inteligencia colectiva más inteligente, más grande y más poderosa podría ser, en parte, una función de interrupciones intermitentes en el proceso. Las interrupciones planificadas en el “pensamiento grupal” pueden empoderar al individuo y conducir un nivel más profundo de exploración. La dinámica de colaboración está aquí para quedarse, desde la fabricación hasta la medicina. Ahora es el momento de analizar más de cerca la naturaleza misma de estas tácticas populares para no solo implementarlas, sino también optimizarlas como una herramienta clave para fomentar la innovación.