¿Puede la sonrisa hacer las cosas más divertidas?

Nueva investigación ha probado la hipótesis de retroalimentación facial

Un estudio clásico en psicología social hizo que los participantes calificaran el humor que encontraron en varios cómics escritos. Lo bueno fue que la mitad de los participantes calificaron los cómics con un lápiz entre los dientes y la mitad con un lápiz entre los labios. Lo que se estaba probando era si el acto de sonreír (con el lápiz entre los dientes) aumentaba la cantidad de personas que disfrutaban en los cómics.

El resultado, que las personas cuando se hacían sonreír usando esta técnica simple encontró más humor en los cómics, se convirtió en un estudio clásico y posiblemente en la base de la hipótesis de retroalimentación facial. Esta hipótesis afirma que las emociones faciales de las personas pueden influir en sus emociones. Es decir, no es solo que sonreímos cuando somos felices, sino que, hasta cierto punto, también somos más felices, porque estamos sonriendo o hemos estado sonriendo.

La hipótesis de retroalimentación facial ha recibido muchas críticas debido a fallas en replicar los diversos hallazgos en el campo. Un manuscrito reciente reportó 17 intentos fallidos, por ejemplo, para replicar el estudio de retroalimentación facial original.

Sin embargo, un grupo de psicólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén notó una inconsistencia entre el estudio original que probaba la hipótesis de retroalimentación facial y estos intentos fallidos de replicación. Específicamente, los intentos de replicación involucraron el uso de una cámara de video para grabar el estudio. El estudio original no tenía una cámara, ni se observaba a las personas mientras miraban los cómics.

Esto es problemático para la hipótesis de retroalimentación facial, porque cuando se observa a las personas, dependen menos de los sentimientos internos cuando hacen observaciones y juicios. Como tal, la presencia de una cámara puede reducir la cantidad de personas que vinculan sus sentimientos internos con sus juicios de humor, destruyendo básicamente la base misma del efecto de retroalimentación facial. En otras palabras, no importa si una persona sonríe o no cuando califica los cómics si no confía en las emociones que genera.

De acuerdo con la hipótesis de retroalimentación facial, el hallazgo original se replicó cuando no se observaba a las personas con una cámara. Sin embargo, no se replicó cuando se observaba a las personas con una cámara. Es decir, poner un lápiz entre los dientes (sonriendo) incrementó el humor en los cómics, pero solo si no se observaba a la gente.

Estos hallazgos son notables por varias razones. Primero, demuestran que existe la hipótesis de retroalimentación facial. Podemos, aunque sea mínimamente, alterar nuestro disfrute de estímulos a través de nuestras reacciones faciales. Segundo, muestran el poder de ser observado en juicios humanos. El impacto de la manipulación experimental, qué cara se vio obligada a hacer la gente, se vio alterada simplemente por la idea de que la gente podría estar siendo observada. En tercer lugar, muestra que cuando un estudio no se puede replicar, podría deberse a que no refleja el diseño del estudio original lo suficientemente cerca, no porque el estudio original sea defectuoso.

Referencias

Noah, T., Schul, Y., y Mayo, R. (2018). Cuando tanto el estudio original como su replicación fallida son correctos: la sensación observada elimina el efecto de retroalimentación facial. Diario de la personalidad y la psicología social, 114 (5), 657-664.