¿Puede nuestra experiencia trabajar contra nosotros?

¿Por qué tantos escaladores de montaña de élite caen a la muerte?

Hace poco vi el documental “Free Solo” y fui capturado por la historia de cómo Alex Honnold se propuso escalar El Capitán, en el Parque Nacional de Yosemite. Es una pared de roca de 3.000 pies, y Honnold, un escalador profesional de 33 años, no utilizó cuerdas ni equipo de seguridad.

Honnold estaba claramente al tanto de los riesgos: la película incluía una serie de escaladores de élite que habían caído en la muerte, incluidos varios de los amigos de Honnold.

La película también especuló sobre qué pudo haber causado estas muertes. Quizás la ley de los promedios los alcanzó; después de todo, si toma riesgos peligrosos, es solo cuestión de tiempo hasta que algo salga mal. Otra explicación es que los escaladores, especialmente los escaladores de élite, siguen buscando mayores desafíos, por lo que con el tiempo el desafío será demasiado grande.

Pero tengo otra hipótesis, un factor adicional a considerar. No estoy rechazando las dos hipótesis que acabo de enumerar. En su lugar, quiero proponer una dinámica adicional: tal vez su experiencia pueda funcionar en su contra. No es exactamente el exceso de confianza. Más bien, un engaño de la capacidad.

Aquí es cómo podría funcionar. Si me hubiera convertido en un escalador de montaña de élite, entre los 20 y los 30 años, probablemente aprendería lo que podría hacer: la fuerza de mis dedos, la precisión de mi objetivo para alcanzar un ligero agarre en la pared de roca, el tipo de asimientos que podría manejar, mi elasticidad al alejarse de un asimiento para agarrar a otro. Aprendería lo que mi cuerpo era capaz de lograr.

Sin embargo, a medida que envejecía, entre los 30 y los 40 y 50 años, mi cuerpo perdería algo de su agilidad. La fuerza de mi dedo disminuiría. Yo sería menos ágil. Mi visión sería un poco menos aguda. No podía agarrarme a un agarre estrecho tan rápido como antes.

No estoy hablando de grandes decrementos. Sólo los pequeños. Sin embargo, cuando me estoy empujando hacia el límite de mi habilidad, una pequeña disminución podría ser suficiente para hacer una diferencia fatal. Así es como la experiencia que he adquirido sobre mis habilidades puede funcionar en mi contra al engañarme acerca de mis habilidades. Después de todo, ¿cómo descubro lo que ya no puedo hacer, excepto al intentar mis viejos movimientos y fallar?

Estaría a merced de los medios que ya no se sostienen, creencias que se están volviendo inexactas, aunque sea ligeramente.

No tengo pruebas de esta especulación, solo quería exponerla. Y me pregunto si esta ilusión de habilidad aparece en otras actividades además de escalar montañas. Sospecho que sí.