¿Pueden los perros sentir nuestras emociones?

Las mascotas son buenas para nosotros. Las mascotas proporcionan compañía, ejercicio, afecto y oportunidades para interactuar con los vecinos. Los animales se han utilizado eficazmente en la terapia. Proporcionan compañía para niños solos y adultos mayores. Y, casi todo el mundo habla con sus mascotas. Pero, ¿nos entienden? ¿Pueden sentir nuestras emociones?

Un estudio reciente arroja algo de luz sobre esta pregunta. En un estudio muy interesante llevado a cabo por Romero, Konno y Hasegawa (2013), se estudiaron 25 perros de diversas razas para probar la empatía entre especies cruzadas. Se razonó que el bostezo contagioso está relacionado con la comunicación social y la empatía. Esto está respaldado por la investigación previa de nueropsych y cuestionarios con primates y humanos. También se sabe que los humanos empáticos imitan el bostezo más que los empáticos. Además, se cree que los perros pueden leer los estados de ánimo de sus dueños. Sin embargo, hay muy poca investigación que pruebe el bostezo contagioso entre especies, por ejemplo, entre humanos y perros. Como afirman los autores, "si el bostezo contagioso está relacionado con la capacidad de empatía, podría convertirse en una poderosa herramienta para explorar la raíz de la empatía en la evolución animal mediante el estudio del bostezo contagioso entre especies".

Para probar esta hipótesis, Romero, Konno y Hasegawa establecieron cuatro condiciones experimentales. Las condiciones eran: familiar-bostezo, control familiar, bostezo desconocido y control desconocido. En el familiar estado de bostezo, se observó a un perro imitando a su dueño bostezando. En la condición de control familiar, el propietario abrió y cerró la boca sin bostezar y vocalizar. En las condiciones poco familiares para bostezar, se observó al mismo perro imitando el bostezo a un experimentador desconocido. Y, finalmente, en la cuarta condición experimental o control desconocido, el mismo investigador abrió y cerró la boca sin bostezar. Los perros fueron grabados en video en cada condición y se comparó el número de bostezos. Los resultados indicaron que hubo significativamente más bostezos en la condición familiar de bostezar. En otras palabras, es más probable que los perros imiten a su dueño bostezando que un modelo desconocido.

Si bien este estudio tiene los límites de una muestra pequeña y necesita ser replicado, es digno de mención porque proporciona cierta evidencia de que los perros imitarán a los humanos y que es más probable que imiten a su dueño. Ya sea que el bostezo contagioso sea o no una forma de empatía, se espera más investigación, pero es claro que este estudio proporciona cierta evidencia de que los perros son sensibles a sus dueños.

Referencias

Romero T, Konno A, Hasegawa T (2013). La parcialidad de la familiaridad y las respuestas fisiológicas en el bostezo contagioso por perros respaldan el vínculo con la empatía. PLoS ONE 8 (8): e71365. doi: 10.1371 / journal.pone.0071365.