¿Qué hace que valga la pena vivir la vida?

Aquí hay algunas respuestas posibles a la pregunta de qué hace que valga la pena vivir la vida: (1) nada; (2) religión; (3) felicidad; (4) amar, trabajar y jugar. La evidencia de la psicología y la neurociencia apoya la cuarta respuesta.

(1) Nada. Algunos filósofos desanimados como Nietzsche, Schopenhauer y David Benatar han puesto en duda si la vida tiene algún significado intrínseco, y algunas personas son conducidas al suicidio por la depresión y los eventos negativos en sus vidas. Pero la mayoría de las personas, afortunadamente, pueden encontrar muchas razones para valorar sus vidas y, en las encuestas, la mayoría de las personas se declaran muy felices. Entonces el nihilismo no es una posición plausible.

(2) Religión. Las encuestas también indican que muchas personas informan que la religión y la espiritualidad son importantes fuentes de significado en sus vidas. Desafortunadamente, sin embargo, estas fuentes son falsas si no hay evidencia que respalde los reclamos de creencias religiosas particulares. La fe religiosa puede ser tranquilizadora, pero no puede decirle objetivamente si debe adherirse al cristianismo, al islamismo, al hinduismo o a alguna otra religión. Faith ni siquiera puede decirte qué versión de cristianismo (católico, bautista, mormano, etc.) o islam (chiíta o suní) debes adoptar. Por lo tanto, la religión y las ideas espirituales vagas como "todo sucede por una razón" no pueden proporcionar una base sólida para la vida.

(3) Felicidad. La investigación psicológica ha identificado muchas formas en que las personas pueden aumentar la felicidad en sus vidas, como en el excelente libro de Sonja Lyubomirsky, The How of Happiness . Pero la felicidad generalmente es el resultado de tener una vida significativa, no lo que hace que valga la pena vivir la vida en sí misma. Hay personas cuyas vidas son significativas aunque no sean muy felices, por ejemplo cuando luchan con un trabajo desafiante mientras crían a un niño con necesidades especiales. Por otro lado, la felicidad puede lograrse de manera barata mediante una serenidad más floja, una felicidad sin sentido que resulta de tener metas mínimas, acceso a las drogas o tiempo ilimitado para la meditación. Puedes tener felicidad sin mucho significado y sin mucha felicidad; entonces la felicidad no es el significado de la vida.

(4) Amor, trabajo y juego. En mi nuevo libro, El cerebro y el significado de la vida , defiendo que estas tres actividades hacen que la vida valga la pena. El amor incluye amistades y relaciones familiares, así como románticas. El trabajo incluye diversas actividades productivas, como el voluntariado comunitario además de la esclavitud asalariada. El juego incluye todas las formas de entretenimiento, como leer y ver películas, no solo juegos. Las encuestas y otros estudios psicológicos indican que el amor, el trabajo y el juego sí permiten a las personas tener vidas que valoran. La neurociencia proporciona una comprensión más profunda de cómo los procesos cerebrales generan necesidades de relación, autonomía y competencia que pueden satisfacerse mediante la búsqueda exitosa del amor, el trabajo y el juego. Tal satisfacción produce felicidad, pero incluso la búsqueda es suficiente para dar sentido a la vida.

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